Las mutuas, un socio clave para la atención sanitaria global
Mutualismo

Las mutuas, un socio clave para la atención sanitaria global

Más del 80% de los funcionarios eligen la sanidad privada, que atiende a 1,8 millones de trabajadores públicos en España con un coste un 33% inferior.

La sanidad privada es un buen socio para la pública y la colaboración es eficaz. Un ejemplo es el mutualismo administrativo, que permite elegir a los funcionarios si quieren que la asistencia se la preste el Sistema Nacional de Salud o una aseguradora privada. El 84% de los funcionarios escogen la segunda opción.

En 1975 se fundó Muface (Mutualidad de Funcionarios Civiles del Estado) que, junto con Isfas (Instituto Social de las Fuerzas Armadas) y Mugeju (Mutualidad General Judicial), constituyen las entidades gestoras del mutualismo administrativo y suscriben conciertos con entidades aseguradoras. El sistema atiende a 1,8 millones de personas, el 65% de ellos cubiertos por el sistema de mutualidad de funcionarios Muface, el 31% por la mutualidad de las fuerzas armadas Isfas y el 4% por la de la judicatura Mugeju.

La colaboración público-privada en sanidad, pero también en otros ámbitos como la educación, tiene una serie de ventajas como la optimización de la eficiencia financiera del esfuerzo económico de las administraciones y la movilización de todos los recursos disponibles. Pero también generan confianza en los ciudadanos, que pueden escoger. La crisis financiera de 2008 y la pandemia del Covid-19 han sido dos ejemplos de resiliencia para esta colaboración y una oportunidad única para reconstruir y repensar el Estado del Bienestar. La sanidad afronta retos cruciales como el envejecimiento de la población, la personalización de la medicina y la digitalización. Según el último informe del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), el 78% de los ciudadanos consideran que la sanidad española necesita un esfuerzo de adaptación para afrontar los nuevos retos de salud y el 82,4% cree que se deben incorporar las últimas innovaciones tecnológicas y digitales en todos los procesos en salud.

datos

La mayor parte del gasto sanitario se produce al final de la vida, las enfermedades graves hoy en día son crónicas y aumenta la esperanza de vida de las personas. Muchos no pueden hacer frente a las primas, de modo que una solución sería crear seguros colectivos como el modelo Muface. Un modelo de éxito que ha llevado la sanidad privada a muchas ciudades de España.

Según datos de IDIS, el número de mutualistas en los últimos años presenta una tendencia bajista, con una disminución de más del 1% desde 2016. Unas cifras que pueden cambiar con la incorporación de nuevos funcionarios en el sistema tras la nueva convocatoria del Gobierno. A este descenso hay que añadir un aumento de la edad media de los usuarios, lo que implica un aumento de siniestralidad. “Este hecho, unido al encarecimiento de la prestación y a la inclusión de nuevas prestaciones, dificulta la sostenibilidad del modelo dado que la siniestralidad se aproxima o supera el 100% en algunas ocasiones”, advierten desde IDIS.

Para el año 2021, se han presupuestado 2.312 millones de euros para el mutualismo administrativo, un incremento del 2,8% respecto al año anterior, mientras que el gasto sanitario, en la Ley de Presupuestos Generales del Estado 2021, ha aumentado un 10% con respecto al total destinado en 2019. Y eso pese a que el mutualismo administrativo supone un ahorro estimado para la Administración de 451 euros por mutualista, ya que el gasto generado es un 33% inferior. En este sentido, “se estima que la prima media de Muface se situó en 2020 en 917 euros anuales por asegurado, mientras que el gasto sanitario público per cápita de ese mismo año fue de 1.368 euros (no incluye el gasto farmacéutico ni el gasto destinado a mutualidades)”, según IDIS.

Población cubierta

Preocupados por la sanidad

Por otra parte, según el último informe de la Fundación IDIS, de mayo del 2021, cuatro de cada cinco españoles aumentarían la partida dedicada a sanidad, independientemente de cuál sea la cobertura sanitaria, y un 71,5% considera que la sanidad en España no está bien financiada. Además, más del 75% de los encuestados considera muy necesaria o necesaria la cooperación entre la sanidad privada y la pública y aumenta la percepción positiva respecto a esta última, del 6,39 en 2020 al 6,67 de este año.

España es uno de los países donde el gasto sanitario privado es más elevado (29,2%), por encima de los países de la OCDE (23,3%), y alcanzó los 32.750 millones de euros en 2019, el 2,6% del PIB. España cuenta con 9,2 millones de asegurados, sin contar con los mutualistas, que contribuyen al ahorro del sistema público de 1.368 euros por paciente, según el informe. Y en el caso de un paciente que haga un uso mixto de la sanidad, utilizando la pública y la privada, el ahorro sería de 506 euros.