Medicina interna
Hipertensión

Medicina interna, la atención global a los pacientes hipertensos

Tomarse la tensión con regularidad, evitar el sobrepeso y hacer ejercicio son elementos clave para luchar contra la hipertensión antes de que afecte a órganos vitales.

La hipertensión arterial (HTA) afecta a los órganos clave como los riñones, el cerebro y el corazón. No detectarla a tiempo puede generar enfermedades graves. No se conocen las causas específicas que provocan la hipertensión arterial en la mayoría de los casos, aunque se relaciona con el sobrepeso, el sedentarismo, el estrés y los antecedentes familiares. Hay un pequeño porcentaje de HTA derivado de enfermedades que afectan a los riñones, las arterias, el corazón o el sistema endocrino. Es la llamada HTA secundaria

Desde la medicina son muchos los especialistas que tratan a pacientes hipertensos, como los cardiólogos, los endocrinos y los médicos internistas. La medicina interna atiende las enfermedades que afectan a diferentes órganos del cuerpo cuando los pacientes no requieren una intervención quirúrgica.

Carmen Martínez Cilleros es internista del Hospital HLA Moncloa y reconoce que la primera línea de la detección de la hipertensión debe ser la atención primaria, “pero muchas personas están sin diagnosticar porque es un trastorno que no produce sintomatología hasta que no está muy avanzado”. Asegura que “la prevención debería hacerse mucho mejor”, y afirma que cualquier persona “mayor de 45 años tendría que tomarse la tensión como mínimo una vez al año”. “Yo siempre les tomo la tensión a mis pacientes”, añade, “y es verdad que quizás no es el momento idóneo porque llegan nerviosos o sin hacer el reposo adecuado, pero también es cierto que muchas veces tienen la tensión alta y lo desconocen”.  

Cambiar el estilo de vida

La hipertensión afecta a muchos órganos llamados diana y “es crucial un control adecuado, no siempre con fármacos”, asegura la doctora, que destaca: “Lo más importante es intentar modificar el estilo de vida del paciente, hacer una buena historia clínica, cambiar los hábitos de alimentación o reducir el sobrepeso”. Con estos cambios y otros como el ejercicio diario se puede controlar la tensión. “Si no es así y el paciente no responde es cuando empezamos con los fármacos, primero con una terapia única y, luego, incorporando fármacos y combinaciones según la respuesta que nos va dando paciente”, añade Martínez Cilleros.

 El sobrepeso y la falta de ejercicio son muy comunes en nuestra sociedad. Según informa la Unión Europea, el 17% de la población adulta es obesa y ese valor llega al 52% si se añade a la población con sobrepeso. Eso significa que uno de cada dos adultos y cerca de uno de cada tres niños sufre de sobrepeso u obesidad en Europa. Además, datos de Eurostat demuestran que en España no cumplimos con las dos horas y media semanales de ejercicio físico recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que un 51% de españoles no lleva a cabo ninguna actividad física a la semana. 

A escala global, la OMS también afirma que podrían evitarse hasta cinco millones de fallecimientos al año con un mayor nivel de actividad física de la población mundial. Además,  las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que sí realizan ejercicio físico. 

A la consulta de Carmen Martínez Cilleros llegan pacientes con diversos tipos de patologías relacionadas con la hipertensión que tratan de manera holística. “A todos los pacientes les hacemos una analítica completa y un estudio hormonal. Como internistas hacemos la valoración y no los enviamos a los especialistas a menos que exista un daño cardiaco importante o un fallo renal”, explica. Aunque “nos apoyamos en los especialistas para realizar todas las pruebas necesarias”, añade. Sin embargo, sí que hay un especialista que debe visitar siempre una persona a quien se le ha diagnosticado hipertensión, afirma la doctora: el oftalmólogo, “para descartar la retinopatía hipertensiva que puede dañar mucho la calidad de vida del paciente”. Se trata de un conjunto de alteraciones que aparecen en el fondo del ojo como consecuencia de la presencia de la hipertensión arterial. En casos agudos puede provocar visión borrosa y dolor de cabeza, o lesiones en la retina en los casos crónicos (la forma más frecuente de presentación de esta retinopatía cuando hay hipertensión arterial). 

Enfermedad silente

Para tratar la hipertensión es clave la colaboración del paciente, pero en los estadios más tempranos, cuando no hay síntomas, es difícil convencerles de que deben llevar hábitos de vida saludables. “Muchos pacientes no hacen caso de nuestras recomendaciones, porque cuando les diagnosticamos la hipertensión aún no ha dañado ningún órgano diana”, explica la doctora, que reconoce que en la última década ha habido un cambio de mentalidad y cada día cuidamos más de nuestra salud con dietas sanas y ejercicio. 

Pero el prototipo del paciente hipertenso sigue siendo un varón de más de 55 años, con sobrepeso y fumador. “También influye la parte genética, porque la hipertensión se hereda y los médicos siempre tenemos que preguntar si hay antecedentes familiares”, recuerda la doctora. La hipertensión “es una enfermedad silente al principio, de ahí la importancia de tomarse la tensión una vez al año, porque veo pacientes que llegan a mi consulta con síndrome coronario agudo e hipertensos con tiempo de evolución y que no se han diagnosticado”, concluye la doctora.
 

Tres claves

1. Depende de la edad y de la persona, pero en general, cuando la presión arterial es normal, los niveles máximos de presión arterial sistólica están entre 120-129 mmHg, y los de diastólica (mínima) entre 80 y 84 mmHg, según la Fundación Española del Corazón. Se mide mediante los esfingomanómetros, conocidos como tensiómetros.

2. Todos los adultos se deberían medir su tensión arterial periódicamente. Si esta es elevada, deben consultar a un profesional sanitario. Hasta los 40 años, es recomendable tomar la tensión cada tres años, a menos que exista un historial familiar de hipertensión. A partir de los 40 o 45 años, la tensión debería tomarse una vez al año. 

3. En la hipertensión es clave que los pacientes sean constantes con los tratamientos. Datos de la Sociedad Española de Hipertensión (Seh-Lelha) indican que el 90% de pacientes diagnosticados no siguen las recomendaciones sobre dieta y actividad física y el 50% no sigue los tratamientos prescritos por los profesionales.