La unión hace la fuerza: las ventajas del cooperativismo
A través de instituciones compartidas, las cooperativas han demostrado su capacidad para impulsar cambios significativos en ámbitos como el empleo, la salud y el bienestar social.
Las cooperativas son empresas que pertenecen a los propios profesionales y a los consumidores (usuarios, clientes,…). Esto supone, a la práctica, una forma de empoderamiento que facilita que puedan conseguir sus objetivos con mayor facilidad. Este modelo no solo sirve para crear empleos sólidos y sostenibles, como confirma el estudio Cooperatives and Employment: a Global Report, sino que también revierte en el conjunto de la sociedad.
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) es hoy una de las organizaciones no gubernamentales más grandes del mundo, que agrupa a más de mil millones de miembros de tres millones de cooperativas en todo el mundo. Su fundación se remonta al 19 de agosto de 1895, en el primer Congreso Cooperativo de Londres. Sin embargo, los orígenes de la primera organización basada en el modelo cooperativo nos llevan todavía más atrás, hasta 1761, fecha en la que un grupo de 28 artesanos que trabajaban en fábricas de algodón de Fenwick (Escocia) crearon la Fenwick Weavers’ Society.
Experiencias compartidas
En el ámbito de la salud, la unión entre estos tipos de asociaciones ha permitido tejer alianzas que han impulsado la mejora de las condiciones laborales de los profesionales y también su capacidad para atender a la ciudadanía. Como bien explica Noriaki Taguchi, secretario de la Federación Japonesa de Cooperativas de Salud y Bienestar —una de las organizaciones que, junto con la Fundación Espriu o Unimed, ha contribuido a la creación de la IHCO, desde el primer Foro Internacional de Cooperativas de Salud celebrado en Tokio en 1992— esta asociación es fruto “del reconocimiento de la necesidad de un intercambio internacional entre cooperativas”.
“En aquel momento, la salud de los niños y las mujeres en muchos países en vías de desarrollo estaba amenazada por la pobreza. Mientras, los países más desarrollados luchaban contra el envejecimiento de la población, un hecho que impactaba en las políticas de seguridad social. Las soluciones aportadas por las cooperativas de salud sirvieron para generar una mayor conciencia respecto a todos estos temas”, añade Taguchi.
Una organización como la IHCO permite, además, que sus integrantes puedan aprender unos de otros, compartiendo logros y experiencias. En palabras de Taguchi, “tener la oportunidad de visitar cooperativas de salud y participar en intercambios con un país como España puede proporcionarnos información valiosa. Creo que estas interacciones contribuyen a fomentar una relación mutuamente beneficiosa”.