“El concepto ‘One Health’ supone un cambio cultural que solo puede hacerse desde la gobernanza”
Entrevista a Maite Martín, Presidenta de la Plataforma One Health
La covid-19 ha puesto de manifiesto que tenemos que cambiar la forma de abordar la salud y verla como un todo que integra la salud de los humanos, de los animales y del medio ambiente. Un informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad indica que hay más de 1,5 millones de virus no conocidos en la fauna silvestre. Se estima que, del total, unos 800.000 tendrían capacidad de pasar al ser humano. El virus que provocó la pandemia era uno de ellos. La Plataforma One Health es pionera en el mundo y ya reúne a más de 140 entidades.
La Plataforma One Health se presentó hace más de un año, el 3 de noviembre de 2021.
El desencadenante fue la pandemia, que puso de manifiesto la necesidad de hacer un cambio de paradigma en cómo entendemos la salud. En los países con más recursos, con prestaciones sanitarias robustas, estamos acostumbrados a ver la salud desde la perspectiva del tratamiento de enfermedades, y es obvio que solo esta visión reactiva de la salud no es suficiente para hacer frente a los retos sanitarios que tenemos por delante. Por ejemplo, la aceleración más que evidente del cambio climático ha provocado este verano un incremento de la mortalidad a causa de las intensas olas de calor. Esto no es algo que se pueda abordar solo desde la perspectiva de las prestaciones sanitarias, sino que debemos actuar para mitigar los efectos del cambio climático para evitar estas muertes o el empeoramiento de la salud de personas que tienen patologías respiratorias y cardiovasculares, que son las que se ven más afectadas por el calor. Debemos reforzar las medidas preventivas como los planes de vacunación o el cribaje para la detección de ciertas enfermedades, pero debemos ir más allá y reducir la presión que el medio ambiente ejerce ahora sobre nuestro estado de salud.
Este enfoque integral de la salud apela a todas las profesiones, también arquitectos y urbanistas.
Avanzar hacia modelos de ciudad más sostenibles también tiene beneficios en la salud de las personas. Hay que tener en cuenta que los condicionantes sociales tienen un gran impacto en nuestras vidas. Por ejemplo, las personas con menos recursos son las que viven en entornos más degradados y son más vulnerables a contraer enfermedades. Debemos tener en cuenta que nuestra propia salud depende o está ligada a la de los animales, a la del medio ambiente y a los determinantes sociales. Esta es la esencia del concepto One Health.
¿Cuáles son vuestros objetivos?
Queremos promover este enfoque integral de la salud que es One Health y hacer acciones de divulgación para que este concepto vaya más allá del entorno donde se ha movido hasta ahora. La Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) introducen el concepto en el año 2000 y recientemente se ha incorporado en el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Intentan promover que las políticas de diferentes países se alineen alrededor de él, pero de momento ha tenido poco recorrido. Las políticas se mueven en otro contexto y siempre hay prioridades que pasan por encima, lo vemos en las cumbres sobre el cambio climático, los acuerdos siempre son de mínimos y el cambio climático sigue, no nos espera. Otro de los objetivos de la plataforma es que esta estrategia multidisciplinar y multisectorial vaya calando en las políticas, y para que eso sea realidad es fundamental la gobernanza. El concepto One Health supone un cambio cultural que solo puede hacerse desde la gobernanza.
¿Por qué?
El mundo actual no tiene nada que ver con el de hace cien años. Ha habido un incremento exponencial de la población, la actividad desarrollada por el ser humano sobre el planeta ha llevado a la degradación de los ecosistemas, al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad. Estos son factores que favorecen que haya un mayor contacto entre las personas y los animales, lo que hace que los saltos de los virus a los humanos sean más frecuentes. Hay informes que indican que pandemias como la que hemos pasado serán posiblemente más frecuentes y mortales en el futuro. Estamos avisados, tenemos que hacer algo. Tanta investigación y conocimiento y que no se hagan políticas basadas en estas evidencias no tiene sentido.
¿Cómo trabajáis?
En este momento somos un grupo bastante potente, con más de 140 entidades con un gran peso. Durante este primer año, hemos participado en muchas audiencias públicas donde se presentan documentos como el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente. Este documento ya era un esfuerzo por parte del Ministerio de Sanidad de trabajar con el concepto One Health, y lo hizo en colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica. Pero se olvidaron de los animales. No era un plan que recogiera la esencia de One Health, teniendo en cuenta que hay 29 millones de mascotas en España y toda la fauna con la que convivimos en las ciudades. Desde la Plataforma aportamos elementos que iban en la línea de incluir a los animales, es decir, valorar el impacto de los factores medioambientales sobre la salud de los animales que, a su vez, repercute en la salud de las personas. Estuvimos muy satisfechos de esta acción porque la mayoría de las aportaciones se recogieron en el plan que se aprobó finalmente. También hemos trabajado en otros documentos, como el Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad y el Plan Estratégico de Humedales a 2030.
¿Y si no hacemos este abordaje integral de la salud?
Nosotros llevamos una dinámica y el planeta la suya, y no somos conscientes de cómo la desaparición de una especie concreta puede repercutir en la salud de las personas. Una especie amenazada en este momento son las tortugas acuáticas. ¿Qué repercusión tiene para la salud humana? Su fuente fundamental de alimentación son las medusas, si desaparecen las tortugas habrá sobrepoblación de medusas, que llegarán a las costas, esto implica un incremento de picaduras por medusa y una afectación en la salud y en el gasto sanitario. Pero no solo eso, hay otros efectos derivados de un exceso de medusas: en las zonas costeras hay muchos negocios que viven del turismo o de los deportes acuáticos. Si dejan de venir turistas o no se pueden llevar a cabo actividades, puede que haya personas que pierdan su trabajo.
La desaparición de una especie puede tener consecuencias insospechadas.
Nuestro bienestar está conectado con la salud de los animales y del medio ambiente. Sin embargo, estamos acostumbrados a que todo se valore en términos económicos, y no de salud. Pensamos que igual que se valora el impacto económico de una medida política también debería hacerse una valoración del impacto en la salud de todas las políticas que se llevan a cabo.
Maite Martín es presidenta de la Plataforma One Health.
Presidenta de la Conferencia de Decanos de Facultades de
Veterinaria de España.
Decana de la Facultad de Veterinaria de la Universitat Autònoma de Barcelona.