Medicina ‘tech’
La irrupción de las nuevas tecnologías que la crisis de la Covid ha acelerado transformará radicalmente la medicina del futuro para hacerla más preventiva y personalizada.
Los relojes inteligentes ya cuentan nuestros pasos y el ritmo cardíaco. Pronto, las camisetas serán capaces de controlar nuestra temperatura corporal y enviarán los datos directamente al médico. Hace años que las nuevas tecnologías se están abriendo paso en el mundo de la medicina para hacerla más preventiva, predictiva y personalizada. Además, “la crisis global por el SARS-CoV‑2 ha puesto una presión sin precedentes sobre el sistema de salud y ha evidenciado la necesidad de fortalecer el sistema de innovación en este sector”, afirma el último informe de Biocat, el organismo que coordina y promueve el sector de las ciencias de la vida y de la salud en Cataluña, que supone más de un 7,3% del PIB.
El informe Digital Health Tech Vision, de la consultora Accenture, apunta algunas tendencias de futuro y advierte de la “necesidad imperante” de que las organizaciones sanitarias adopten tecnologías que sienten las bases digitales para el futuro. Para la consultora, la siguiente generación de tecnologías emergentes, llamadas DARQ –tecnología de registros distribuidos (DLT), inteligencia artificial (IA), realidad extendida (XR) e informática cuántica– “puede propiciar un cambio radical que permita a las empresas rediseñar industrias enteras”. Además, combinadas, tendrán “un tremendo impacto” en la salud. De todas estas tecnologías, el 41% de los ejecutivos de las empresas sanitarias consultados nombró a la inteligencia artificial (IA) como la que tendrá mayor impacto en su organización.
Para el doctor Juanjo Beunza, director del Programa de Educación Interprofesional y Práctica Colaborativa de la Universidad Europea y experto en inteligencia artificial e internet de las cosas (IoT), la medicina que conocemos hoy no tendrá nada que ver con la del año 2050: “Creo que los cambios van a ser exponenciales. Y que es difícil imaginarse cómo será esto en treinta años. No pensemos que las herramientas técnicas disponibles hoy en día son estáticas. Evolucionan a una velocidad increíble”. Para este experto, en la medicina del futuro, “el centro dejará de estar en la consulta de atención especializada o en la hospitalización y pasará a estar en el paciente”. Además, “los equipos de trabajo no estarán determinados por localización física, sino por preferencias del paciente. Será ubicuo”, afirma
Herramientas para la medicina del futuro
‘Big data’. Se estima que en 2020 el volumen de datos de salud del mundo podría rellenar 500 billones de archivadores de 4 cajones. El big data permite la gestión y el análisis de datos masivos para avanzar en una medicina preventiva y personalizada.
‘Wearables’. Son dispositivos electrónicos que recogen y envían datos, y que llevamos con nosotros, ya sean relojes inteligentes, móviles o prendas de vestir. Entre enero y junio de 2020 se distribuyeron casi 42 millones de relojes inteligentes en todo el mundo.
Inteligencia artificial. Formada por algoritmos lógicos entrenados, esta tecnología tiene aplicaciones para el diagnóstico clínico, la planificación de los tratamientos o el seguimiento de los pacientes. Combinándola con la robótica, se pueden crear máquinas inteligentes. Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ya usan la inteligencia artificial para mejorar la detección temprana del cáncer de mama.