Un modelo de empresa que se extiende por todo el mundo
Repasamos algunos casos de éxito que demuestran las ventajas que ofrecen los modelos cooperativos de salud.
La solidez del sistema Unimed
Brasil cuenta con la cooperativa de médicos más grande del mundo. Como bien relata el Dr. Fabio Leite Gastal, director de estrategia, gestión e innovación de Seguros Unimed, su organización “empezó en 1968, en el contexto de la revolución social e industrial brasileña”. Esto propició que muchas empresas contrataran servicios de salud. “En ese momento”, afirma, “los médicos nos dimos cuenta de que debíamos organizarnos para ofrecer una alternativa ética que valorara la interrelación médico-paciente”.
El sistema de salud de su país vivió una importante transformación a partir de los años ochenta. “El proceso democrático trajo consigo la priorización del derecho a la salud”, explica Leite Gastal, lo que facilitó que Unimed siguiera creciendo. Hoy, está ya formado por 340 cooperativas de trabajo médico presentes en nueve de cada diez municipios del país. Cuentan con veinte millones de clientes de seguros de salud y ofrecen unos 30.000 servicios bajo contrato. También dispone de una red propia de 163 hospitales y unos 120.000 médicos cooperativistas. Además, ha extendido su actividad a otras áreas de seguros, como los de vida o jubilación, que en un principio fueron creados para atender las necesidades de los propios profesionales.
En Brasil, unos 150 millones de habitantes solo cuentan con el sistema nacional de salud, mientras que la sanidad privada atiende a otros 50 millones de usuarios. Una de las peculiaridades de su modelo es que “cuando el usuario compra un seguro sanitario o bien lo hace su empresa, el ciudadano sale de la sanidad pública. Esto significa que la oferta privada debe garantizarle todos los servicios con los que cuenta en la pública”, añade Leite Gastal. Gracias a Unimed, los médicos han conseguido mejorar sus condiciones; al mismo tiempo, el propio sistema sanitario también ha evolucionado, aportando cada vez mayor calidad en sus servicios.
Cooperativa de Profesionales de Panamá: un servicio multifactorial
Tal como nos cuenta la Dra. Marisol Ng de Lee, vocal de la Junta de Directores de la Cooperativa de Profesionales de Panamá, esta asociación se originó cuando un grupo de médicos y odontólogos decidieron reunirse para “brindar al profesional de la salud una jubilación digna, una vez que este hubiera salido del sistema de trabajo”. Al principio, se centraron en favorecer el ahorro y prestar créditos, pero después empezaron a administrar seguros médicos, lo que les llevó a construir su propio hospital profesional.
La intención era, en un país con un sistema de salud considerablemente costoso, ofrecer “a nuestros asociados, terceros, y a la población en general, la posibilidad de ser atendidos en un hospital con alta tecnología, a precios accesibles y buscando la estabilización de nuestros planes de salud”, añade la Dra. Ng de Lee. Este modelo cooperativo les ha llevado a solicitar, a través de las organizaciones de las que forman parte, como el IHCO, “apoyo para conocer las experiencias de estos grandes modelos, y poder identificar los pros, los contras, las ventajas, la tecnología con la que cuentan o el modelo de administración, para maximizar nuestros procesos”. La Cooperativa de Profesionales de Panamá ha servido, según esta profesional de reconocida trayectoria, para crear “un modelo de salud multifactorial, basado en la evaluación, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento; en definitiva, un proyecto que contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes, a los que atendemos de forma rápida, precisa y con unos importes justos”.
Uganda: sanidad para los más desfavorecidos
KAMACOS (siglas en inglés de la Sociedad Cooperativa de Trabajadores Médicos y Otros Afines de Kampala) es una pequeña cooperativa que, desde 2019, agrupa a los profesionales sanitarios de la capital de Uganda. El Dr. Atuwaire Kagaha Dan, su presidente, explica que su principal misión es “prestar servicios a través de campamentos médicos y programas de extensión que puedan llegar a las comunidades rurales”. En uno de estos campamentos, que suelen establecerse durante una semana, se atienden a entre dos y cinco mil pacientes.
Desde su creación, KAMACOS ha ayudado ya a más de 80.000 personas en todo el país. Suelen movilizar recursos del Gobierno, la sociedad civil y el sector privado para reducir los costes de la atención médica, especialmente en el caso de las personas más vulnerables. Como explica Kagaha Dan, “para ello empleamos a médicos que suelen ser también miembros de la cooperativa. Al mismo tiempo, ellos nos representan en los territorios”. Además, trabajan “codo con codo con el Gobierno, empleando a menudo sus propias instalaciones”.
Cuando le preguntamos si el modelo cooperativo es esencial para garantizar el acceso asequible a la sanidad en su país, el presidente de KAMACOS no duda en afirmar: “La respuesta es sí, sí y sí. Es un sistema verdaderamente muy efectivo, responsable y democrático que, además, realiza rendición de cuentas”.
La cooperativa de farmacias de Grecia
Las cooperativas farmacéuticas son habituales en los países mediterráneos, como España, Italia o Turquía, llegando a disponer de cuotas de mercado por encima del 50%. La Cooperativa de Farmacias de Grecia es un buen ejemplo de ello. Como nos explica su presidente, Vasilis Birlirakis, su historia se remonta a los años treinta del siglo pasado. “La asociación nació para cubrir las necesidades de principios activos y también de algunos de los primeros medicamentos de la industria. Gracias a la cooperativa, las farmacias que eran miembros podían disponer de los fármacos necesarios en su comunidad”.
En los últimos años, la organización ha adoptado un perfil mucho más clínico, lo que ha llevado a construir estructuras específicas. En palabras de Birlirakis, “la Cooperativa de Farmacias ha realizado diversas aportaciones al país. Ha mejorado la calidad de los productos, garantizando su almacenamiento en condiciones óptimas. También ha facilitado el transporte y un suministro ágil y rápido, demostrando su capacidad para llegar hasta el último pueblo del país”.
El modelo japonés, promovido por los usuarios
La Federación Japonesa de Cooperativas de Salud y Bienestar, una red que agrupa a más de cien cooperativas sanitarias formadas por unos 40.000 empleados, tiene una particularidad: originalmente, los cooperativistas fueron los propios usuarios, no los profesionales médicos.
Como bien explica Noriaki Taguchi, secretario de la institución, a menudo, estas organizaciones se constituyeron “cuando los residentes en zonas remotas o de difícil acceso, desprovistas de instalaciones médicas, decidieron invitar a médicos y otros profesionales a establecerse en estos lugares”. Las cooperativas son, al fin y al cabo, el resultado “del esfuerzo colaborativo entre los ciudadanos y los profesionales para poder realizar actividades sociales y comerciales de una manera efectiva”, añade.
El objetivo es fomentar la consolidación de una sociedad donde las personas puedan vivir unas vidas largas y saludables. Para ello, observa el secretario de la federación, es necesario cuidar de la salud de todas las personas que forman parte de la comunidad, así como del entorno que las rodea.
