¿Cómo abordar la soledad en las personas mayores?

¿Cómo abordar la soledad en las personas mayores?

El número de personas mayores está aumentando en los últimos tiempos. Muchas de esas personas con más de 65 o 70 años se sienten solas y aisladas.

POR Àngela Zorrilla | 16 Abril 2024

La población de la Unión Europea y, por lo tanto, también de España está envejeciendo. En 2020, el 21% de los europeos tenía más de 65 años. En 2001, solo un 16%. Y uno de los principales problemas asociados a esta vejez es la soledad.

La sensación de estar solos mina el bienestar y la salud mental y emocional de las personas. Los mayores sienten soledad a causa de diversos factores, entre los que encontramos las pérdidas de amigos y familiares, y también la llegada de la jubilación.

Finalmente, en una sociedad cada vez más envejecida, sigue existiendo el edadismo. Es decir, los estereotipos negativos de las personas más mayores, que se sienten, consecuentemente, marginadas.

Por eso, es crucial que las familias y el entorno más cercano ayuden a paliar este sentimiento. Sentirse bien debe ser la base de cualquier etapa de la vida. 
 

Estar solo y la soledad, ¿relacionados?

Con el paso de los años, las personas van acusando cambios en la salud. En muchos casos, la vejez va de la mano de una pérdida de audición, movilidad o memoria y, además, los adultos más mayores van perdiendo familiares y amigos.

Todo ello provoca, a veces, un cierto aislamiento social que puede derivar en soledad. La soledad no deseada se describe como ese sentimiento de tristeza por estar a solas.

Pero es cierto que no todas las personas que viven solas, por ejemplo, muestran soledad. Se sienten acompañados por amigos, familiares o vecinos. También uno puede estar sin contacto social, pero no sentirse solo y disfrutar de este aislamiento. 

Y al revés, claro: una persona puede experimentar soledad aun estando acompañada. Aunque la mayoría de las personas que muestran soledad no deseada viven solas e, irremediablemente, eso condiciona su bienestar. 
 

Los problemas de salud derivados

Las personas que se sienten solas llegan a experimentar dolor emocional. Además, se ha demostrado que la soledad afecta al deterioro cognitivo y tiene consecuencias preocupantes en otros aspectos de la salud.

Así, la soledad aumenta el riesgo de:


-    Tener la presión arterial alta 
-    Padecer enfermedades del corazón
-    Sufrir ansiedad y depresión
-    Desarrollar obesidad
-    Aumentar el deterioro cognitivo y/o la demencia
-    No dormir bien
-    Tener hábitos poco saludables (beber demasiado o fumar mucho)
-    Tener una vida sedentaria y sin ejercicio físico
-    Mortalidad prematura
 

Evitar la soledad en los mayores

  • Ofrecer acompañamiento y escucha. El tiempo de calidad junto a las personas mayores es fundamental. Es importante pasar tiempo con ellas, escucharlas sin juzgarlas, ofrecer acompañamiento y solucionar sus problemas con empatía.
  • Fomentar las actividades fuera de casa y potenciar la integración en una comunidad. Es importante pasar horas fuera de casa. Se pueden hacer cursos y talleres en centros cívicos, viajes con agencias especializadas o visitas guiadas en museos. Actualmente, existe mucha oferta en la mayoría de las ciudades españolas. 
  •  Optar por centros de día. Es una solución muy beneficiosa para las personas mayores más dependientes. Aquí estarán atendidas en todo momento y podrán realizar actividades y socializar durante el día.
  • Cuidar el aspecto físico. La actividad física y compartir tiempo con otras personas es importante, pero también lo es lucir en las mejores condiciones posibles. El hecho de arreglarse mejora la autoestima y el bienestar mental de cualquier persona. 

En definitiva, las personas que se sienten solas tienen, a menudo, más problemas de salud. Por eso, es importante acompañarlas y ayudarlas a mantener un estilo de vida activo adecuado a sus posibilidades. En este sentido, el papel de la familia es indispensable.

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