Huye de las dietas milagro para perder peso
Las “dietas milagro” disminuyen la posibilidad de conseguir todos los nutrientes necesarios y aumentan la probabilidad de padecer carencias de minerales y vitaminas.
Disociadas, con pastillas, proteicas o paleolíticas. ¿Qué dieta es la más efectiva? En realidad, los expertos en nutrición huyen de este tipo de métodos nutricionales más que populares en los últimos años. Ahora, coincidiendo además con el verano, muchas personas tienden a recurrir a las llamadas dietas milagro, que están pensadas para perder, de manera muy rápida, esos kilos de más.
Sin embargo, desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN) alertan de que estas dietas pueden constituir, en la mayoría de los casos, “no solo un fraude sino también un serio peligro para la salud”.
Para la FEN, estas propuestas “carecen de base científica y exageran propiedades y efectos que no son evidentes ni se han probado”. La fundación clasifica estas dietas mágicas bajo diversas etiquetas: hipocalóricas desequilibradas; es decir, que contienen un muy bajo contenido en energía y cuya distribución nutricional es desequilibrada; menús disociativos, que permiten comer de todo, pero no durante la misma comida, y excluyentes o dietas psicológicas. También, se habla de dietas líquidas o monodietas.
Todas tienen en común que pueden llegar a poner en peligro la salud del paciente. En este sentido, la Asociación Americana de Dietética y la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas resumen algunas de las características de las dietas “milagro” o métodos fraudulentos para perder peso. Todas tienen en común una promesa irreal de resultados rápidos y mágicos, pero también la prohibición de alimentos y la sugerencia de consumir productos complementarios y dietéticos a los que se atribuyen propiedades extraordinarias.
Por lo tanto, dietistas y nutricionistas se posicionan a favor de dietas completas, no excluyentes y muy variadas, y destacan la dieta mediterránea o el plato de Harvard como grandes propuestas para seguir una alimentación saludable.
Tres "dietas milagro", en detalle
Dieta Paleo
1 de 3
La dieta del paleolítico, conocida como dieta paleo, es un patrón dietético inspirado en el consumo de alimentos silvestres y animales que se consumían en la era paleolítica. La versión más moderna incluye, además, frutas, verduras, carnes sin grasas, pescado, huevos, frutos secos y semillas. Las recomendaciones varían según las fuentes, pero, en general, se desaconseja el consumo de granos, legumbres, productos lácteos, procesados, azúcar o sal.
Algunas investigaciones han determinado que esta dieta disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas al evitar los procesados y comer mucha fruta y verdura; pero no existe una base científica que la recomiende totalmente. Y es que genera inquietudes debido a la falta de granos integrales y legumbres, que son buenas fuentes de fibra, vitaminas, proteínas y otros nutrientes. Esta dieta, además, pasa por alto que la población ha evolucionado socialmente, y sobre todo genéticamente, y perseguir el ideal de alimentarse como antaño puede que no sea lo más óptimo para la salud actual.
Dieta Atkins
2 de 3
Se trata de una dieta cetogénica que consiste en reducir, al máximo, el consumo de hidratos de carbono como los cereales, la fécula, la leche y sus derivados, el azúcar, etc. En cambio, no se establece ninguna limitación sobre el consumo de las proteínas. Es más, prima que en todas las comidas que se hagan al día se incluya alguna cantidad de proteína.
Además, junto a este plan de alimentación, se debe realizar el máximo ejercicio físico posible. Según Atkins, la dieta a base de grasas estimula la secreción de acetona y de movilizadores de las mismas, suprimiendo la sensación de hambre y provocando una disminución de peso. Si se analiza esta dieta de manera médica tiene, según la Fundación Española de la Nutrición, una densidad de nutrientes muy baja y es muy pobre en fibra.
Dieta Dunkan
3 de 3
Ideada por el francés Pierre Dukan, esta dieta se basa en una alimentación a base de proteínas y verduras. Se trata de una dieta hiperproteica en la que se elimina el consumo de hidratos de carbono durante un tiempo para que el cuerpo entre en cetosis. La idea, básicamente para perder peso, es que el cuerpo obtenga la energía de su reserva de grasas.
Pese a su éxito mediático, los expertos en salud la desaconsejan ya que es muy restrictiva en cuanto al consumo de calorías y, generalmente, comporta un efecto "yoyó" muy importante. Además, los nutricionistas consideran que este método puede causar desnutrición proteica, déficit de vitaminas y que puede favorecer la aparición de Trastornos de la Conducta Alimentaria. De hecho, la Orden Nacional de Médicos francesa denunció a Pierre Dukan en 2012 por anteponer sus intereses comerciales a aquellos propios de su profesión.