
Tecnología wearable: ¿una aliada útil?
Dispositivos como relojes inteligentes o pulseras de actividad han transformado la manera en que cuidamos nuestra salud, permitiéndonos recopilar parámetros corporales en tiempo real.
En los últimos años, la tecnología wearable ha logrado integrarse de manera casi imperceptible en nuestra vida cotidiana. Gracias a su diseño discreto y cómodo, estos dispositivos electrónicos, presentes en accesorios y prendas de vestir, permiten su uso prolongado sin causar incomodidad ni llamar la atención. Lo que en un principio parecía una moda pasajera ha logrado consolidarse como un mercado en constante crecimiento, con propuestas que van desde pulseras, auriculares, gafas o relojes a ropa y zapatillas inteligentes, e incluso anillos tecnológicos, un gadget que pasa casi desapercibido y que ya está llegando al público general.
En algunos ámbitos, los wearables se han convertido en una herramienta esencial, como es el caso del sector sanitario. Y es que, más allá de presentar funciones básicas como la recepción de llamadas o la geolocalización, estos dispositivos han revolucionado la forma en la que cuidamos nuestra salud gracias a la monitorización continua y personalizada de nuestras constantes vitales. Su uso promueve un enfoque más proactivo del bienestar y facilita el seguimiento de pacientes, mejorando asimismo la prevención y detección temprana de posibles patologías.
Estos dispositivos, equipados con sensores como pulsómetros, acelerómetros, giroscopios y termómetros, permiten el seguimiento en tiempo real de parámetros corporales como la frecuencia cardíaca, la actividad física y la temperatura corporal. Conforme la tecnología progresa, las capacidades de los wearables continúan ampliándose, y se prevé que en breve estos dispositivos podrán llegar a medir el nivel de glucosa en sangre sin la necesidad de sensores subcutáneos, un hito que revolucionaría el control de la diabetes.
Actualmente los wearables tienen multitud de funcionalidades, cuyos datos pueden ser almacenados en la nube para su acceso remoto. Entre ellas destacan:
- Registro de actividad física
- Monitorización de la frecuencia cardiaca
- Monitorización del sueño
- Medición del oxígeno en sangre
- Medición de la temperatura corporal
- Control del estrés
- Medición de la tensión arterial
- Control de calorías
En un futuro no muy lejano, se prevé que estos sensores podrán integrarse también en lentes de contacto, prótesis dentales e incluso tatuajes epidérmicos, abriendo un mundo de nuevas posibilidades.
¿Para quién están diseñados los ‘wearables’?
Los wearables empoderan al usuario, otorgándole un rol más activo y responsable en el cuidado de su propia salud. Estos son algunos de los grupos que más pueden beneficiarse de esta tecnología:
- Pacientes con enfermedades crónicas:
Al encontrarse en una situación de especial vulnerabilidad, los pacientes inmunodeprimidos requieren una monitorización constante de su estado de salud. Los dispositivos wearables pueden alertar sobre cambios en sus constantes vitales, favoreciendo una respuesta rápida ante cualquier alteración, como la aparición de fiebre o taquicardia.
Algo parecido sucede con los pacientes con problemas cardiovasculares, ya que la evolución de estos dispositivos ha permitido medir la presión arterial y el oxígeno en sangre de manera constante, e incluso detectar arritmias. Estas funcionalidades permiten realizar un seguimiento más preciso del estado del corazón y actuar a tiempo en caso de riesgo.
- Personas que buscan mejorar su estilo de vida:
Los wearables ayudan a establecer hábitos saludables mediante el control de la actividad física. Gracias a su capacidad para registrar el gasto energético y los patrones de ejercicio, resultan una herramienta clave para quienes desean mejorar su calidad de vida.
Por otra parte, los sensores avanzados incorporados en los wearables permiten medir la calidad y la cantidad del sueño, lo que facilita el diagnóstico de trastornos como la apnea o el insomnio. Además, ofrecen información útil para desarrollar tratamientos personalizados.
- Deportistas de alto rendimiento:
Los wearables proporcionan métricas precisas sobre el rendimiento físico, como la distancia recorrida, la velocidad alcanzada o la frecuencia cardiaca. Gracias al análisis de estos datos, los entrenadores pueden evaluar el progreso y diseñar entrenamientos personalizados.
Un complemento a la atención médica
A pesar de las ventajas que ofrecen los wearables en la gestión de la salud, es fundamental recordar que estos dispositivos no sustituyen las revisiones médicas periódicas ni el criterio de un profesional. Los datos que recogen deben ser interpretados en su contexto clínico y siempre bajo la supervisión de un especialista, quien podrá realizar un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento más adecuado.
En definitiva, la tecnología wearable está redefiniendo el cuidado de la salud y el bienestar, ofreciendo a las personas herramientas para llevar un control más exhaustivo de su estado físico. Sin embargo, su uso debe entenderse como un complemento a la atención médica tradicional, garantizando así un seguimiento integral y efectivo.