Unas vacaciones sin imprevistos
Antes de emprender un viaje, se recomienda consultar con el servicio médico, sobre todo si el destino es exótico, se va a visitar un país en desarrollo o se trata de un viaje largo.
Lo más importante para garantizar un viaje seguro es la previsión. “Si haces una valoración previa, tendrás menos posibilidades de tener síntomas, como fiebre o diarrea, que puedan alterar tu viaje y tendrás más conocimiento sobre cómo actuar ante dicha situación”, resume la doctora Yolanda Meije, jefa del Servicio de Medicina Interna y de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Barcelona, quien cree que un viaje seguro es “un viaje sin limitaciones por incidencias relacionadas con la salud”.
El Centro Especializado de Atención al Viajero
Para ello el primer paso está claro: acudir a un Centro Especializado en Atención al Viajero como el que ella misma encabeza en el Hospital de Barcelona y al que pueden acudir los asegurados de Assistència Sanitària. Es importante por varios motivos. “Primero, porque estamos especializados y podemos atender mejor. Segundo, porque damos las recomendaciones a seguir según el país y, finalmente, porque muchas de las vacunas que aconsejamos no están disponibles fuera de centros de vacunación internacional”, detalla.
Los profesionales de la Clínica de Atención Integral al Viajero de Assistència Sanitària (CAIVAS) valoran el viaje y la salud del paciente a través de diferentes preguntas. Analizan posibles enfermedades de base, destino, tipo de viaje, carnet de vacunas, época del año, etc. “Tenemos en cuenta el destino y país, el tipo de viaje –si es rural o en ciudad–, si se duerme en un hotel con ventilación o en un hostal…”. Todo ello, recuerda la doctora, influirá en la salud del viajero, y lo ejemplifica. “En un hotel con aire acondicionado será más difícil que nos piquen los mosquitos”.
Además, estos profesionales también analizan si se trata de un viaje de turismo o de cooperación en el que el tipo de contacto con la comunidad local es muy diferente. Tras esta valoración, el equipo médico planteará la vacunación recomendada. Actualmente, la única vacuna que es obligatoria para entrar en algunos países es la de la fiebre amarilla, que Meije considera, junto a la malaria, una de las enfermedades más graves a tener en cuenta a la hora de viajar. La fiebre amarilla está vinculada a África y América Latina; en cambio, en Asia no se dan casos.
Por su parte, la malaria se encuentra en algunos países y zonas de África, Asia y América Latina. Para esta enfermedad, además, no hay vacunación. “Para prevenir la malaria, contamos con la quimioprofilaxis, que es un tratamiento para que en caso de contraer la infección, se evite el desarrollo de la enfermedad”.
Prepara bien el equipaje
En este tipo de centros de atención al viajero también se establecen ciertas recomendaciones generales, como beber siempre agua embotellada, pelar uno mismo la fruta o comer alimentos que hayan sido cocinados. También se aconseja qué ropa es la más adecuada para ese viaje en concreto y se refuerzan ideas como elegir un buen calzado y protegerse del sol.
Por ejemplo, se recuerda que el calzado ideal para viajar debe ser amplio, que no apriete, y ventilado para evitar, por ejemplo, infecciones por hongos. Una pisada defectuosa o un calzado de poca calidad, o poco técnico según la actividad que se vaya a hacer, puede ocasionar alguna que otra lesión. Al igual que ir descalzo. Y, por lo tanto, se pone en riesgo la salud del viajero.
Además, hay viajes y viajes y, cada vez son más los amantes de la aventura, las excursiones a lugares desconocidos o las caminatas largas. En estos casos también hay que poner el foco en otro de los temas estrella: la mochila. Elegir una excesivamente grande o cargarla demasiado origina, a la larga, dolores de espalda, rodilla o tobillo. La mochila debe llevar, como mucho, un 10-15% del peso corporal para no cargar en exceso las rodillas al caminar. Y, recuerda: el contrapeso no debe caer sobre los hombros, sino sobre la zona de tórax-hombros.