Vacaciones playa

En el destino: alerta y precaución

Pese a que hayamos planificado el viaje y tomado ciertas medidas preventivas, los accidentes o contratiempos existen. Para mantenerlos bajo control es importante, durante el viaje, extremar las precauciones y poner el foco en aspectos como la alimentación.

Hay muchos factores que no se pueden controlar en términos de seguridad a la hora de viajar. Las medidas preventivas, básicas o generales, son muy importantes, pero también lo son las precauciones específicas para cada zona y/o tipo de viaje. Guillermo Mena Pinilla, especialista en medicina preventiva y salud pública y responsable de la consulta del viajero en Hospital HLA Internacional de Barcelona, recomienda siempre tres aspectos ante un viaje internacional. “Consultar en el Ministerio de Asuntos Exteriores los diferentes riesgos activos en el país de destino, consultar con un experto en medicina del viajero y contratar un seguro de viaje”, puntualiza. Además asegura que “cada destino tiene sus riesgos”, pero lo primordial es “evitar zonas de conflicto armado y/o con brotes activos de enfermedades transmisibles”. Estas medidas de prevención previas son clave, como un completo arsenal farmacológico, pero durante el viaje los turistas también deben extremar sus hábitos.  

 

Qué evitar en el destino

Así, durante el viaje hay que prestar mucha atención a los alimentos y bebidas que son la mayor fuente de infecciones o enfermedades intestinales. Aquí la prudencia es una gran aliada, y los expertos sanitarios recomiendan no consumir fruta ya cortada, evitar las verduras si no están bien cocidas y no consumir leche ni derivados sin tratar; es decir, sin hervir, esterilizar o pasteurizar. Otro de los alimentos a esquivar es el huevo, y también las salsas. Así se pueden prevenir ciertas patologías trasmitidas por consumo de alimentos como la diarrea del viajero, la fiebre tifoidea o la hepatitis A. Algo similar sucede con las bebidas. Los expertos en medicina del viajero recuerdan que es conveniente beber agua embotellada y limpiar, antes, la zona que va a tocar la boca. Si las bebidas calientes, como el té o el café, han hervido suficiente son una buena opción para hidratarse. Eso sí, sin hielo, porque no se puede garantizar que los cubitos provengan de agua potabilizada. Y lo mismo sucede con el agua del grifo, que se desaconseja incluso a la hora de lavarse los dientes. 

La misma precaución con el agua hay que tenerla en el exterior; es decir, en ríos, lagos o canales que puedan estar infectados. Por eso, se recomienda evitar este tipo de aguas y optar por las piscinas con agua clorada. En el mar no suele haber tanto riesgo de enfermedades transmisibles, pero sí, por ejemplo, de picaduras de medusas o mordeduras. Según la zona de destino, una posible solución preventiva es bañarse con calzado especializado. Finalmente, otro de los aspectos a tener en cuenta durante el viaje está relacionado con el contacto directo con animales. Aunque sean domésticos, como perros o gatos, es siempre mejor evitar tocarlos. Y es que la rabia, consecuencia de la mordedura de un animal, es una de las infecciones más letales. Por otro lado, según la zona, puede haber animales salvajes que reaccionen de forma agresiva al verse intimidados. Por eso, es crucial evitar conductas o movimientos que puedan hacer creer a los animales que los turistas son una amenaza. Finalmente, los viajeros a zonas tropicales, subtropicales y desérticas deben saber que es común la presencia de serpientes, arañas y escorpiones venenosos. Aquí, el asesoramiento local será importante.

 

Precauciones durante el viaje 

• Beber únicamente agua embotellada.

• Consumir alimentos cocinados.

• Evitar las salsas y los huevos.

• Evitar los cubitos de hielo.

• No lavarse los dientes con agua del grifo. 

• No bañarse en ríos, lagos o canales de agua.

• Evitar el contacto con animales.

 

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