Consejos para facilitar la lactancia materna

La leche materna contiene todas las propiedades y los beneficios que un bebé necesita para crecer y desarrollarse. Pero no solo se trata de un alimento completo en el terreno nutricional, la lactancia materna, además, crea un vínculo afectivo entre madre y bebé que proporciona al lactante seguridad en sus primeros meses de vida. Contiene anticuerpos y es capaz de evolucionar y adaptarse a las necesidades específicas del lactante. Previene el síndrome de muerte súbita infantil y disminuye las probabilidades de que la madre padezca cáncer de mama o de ovario, hemorragia posparto o diabetes.

Cuatro consejos para facilitar esta estapa

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés sean amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida y, después de ese periodo, complementar la lactancia materna con otros alimentos hasta los dos años. Durante los primeros días de vida, los recién nacidos se alimentarán de calostro en tomas de 2-20 ml. Para saber si el bebé tiene hambre, tendremos que identificar señales como que se agite, se estire, llore o se lleve la mano a la boca. Aunque en un inicio la lactancia materna pueda ser complicada y demandante para algunas madres, esperamos que estos consejos te ayuden a facilitar el proceso:

1. Poner al bebé sobre el pecho durante sus primeras horas de vida ayuda a que el cuerpo produzca un buen suministro de leche y ambos, madre y lactante, se adapten al proceso desde un inicio. El contacto piel con piel no solo facilita la bajada de la leche, sino que, además, fortalece el vínculo emocional. Aunque queramos que el bebé se agarre al pezón a la primera, debemos tener paciencia, ya que ellos se encuentran en un periodo de transición y también están aprendiendo.  
2. La lactancia materna debe ser a demanda y, por tanto, te aconsejamos que ofrezcas el pecho al bebé siempre que lo pida. Esto hará que tu cuerpo regule la cantidad de leche que debe producir. No interrumpas la toma, ya que la leche final tiene más grasa. Para evitar la ingurgitación, empieza la toma por el pecho más cargado o del que no tomó leche la última vez.  
3. Cuidar los pezones es esencial para disminuir el riesgo de grietas e infección, así como mastitis. Es aconsejable lavarlos con agua tibia antes y después e hidratarlos con ungüentos o cremas. Recuerda que es el bebé el que tiene que ir a por el pezón y no tú hacia él. Debes estar en una posición cómoda, de lo contrario podría ocasionarte dolores de espalda. Es esencial mantener una buena hidratación entre toma y toma, además de una dieta equilibrada.  
4. Participar en grupos de apoyo puede ayudar mucho a escala psicológica. La lactancia materna puede resultar agotadora y demandante para enfrentarla tú sola. Hablar con otras personas que están pasando por lo mismo que tú y resolver dudas comunes puede ser un alivio durante el posparto.

La clave está en el agarre

Es muy importante asegurarse de que el bebé tenga un buen agarre del pezón para prevenir dolor y que obtenga el suficiente alimento. Mientras mama, el lactante debería tener la boca bien abierta, cubriendo prácticamente la extensión total de la areola, las mejillas hinchadas, y su nariz y mentón debería descansar contra el pecho de la madre. También observaremos que hace movimientos de succión, con los labios evertidos, en los que mueve la mandíbula y las orejas. Por último, la ausencia de dolor y molestias en el pezón es síntoma de un buen agarre.