¿Cómo cuidar la higiene para tener una sonrisa sana?
El 94% de los adultos jóvenes (entre 35-45 años) en España presenta caries, un porcentaje que aumenta a la totalidad de la población al alcanzar los 65 años.
Tal como sugiere la OMS, la mayoría de las afecciones de salud bucodental son prevenibles y pueden tratarse en sus etapas iniciales. En su Informe mundial sobre el estado de la salud bucodental de 2022, estimó que las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo, siendo las caries dentales la principal afección. A esta le siguen las enfermedades periodontales, la pérdida de dientes y los cánceres bucodentales.
¿Por qué tenemos caries?
Como explica la Dra. Teresa Vizuete, odontóloga de ASISA Dental, “la salud bucodental es una combinación de nuestra predisposición genética y de nuestros hábitos. Es importantísimo tener una higiene adecuada que nos debe acompañar en todas las etapas de la vida”.
En el caso de la caries dental, es la placa bacteriana que se forma en la superficie de los dientes la que convierte los azúcares libres que contienen los alimentos y las bebidas en ácidos que destruyen el diente con el tiempo.
“En niños son típicos los tratamientos de urgencia debidos a caries de biberón (debidas a exceso de azúcares en la dieta). En adultos, la patología por excelencia que afecta a la mayoría de los individuos a partir de la madurez es la enfermedad periodontal (problemas de encía y hueso que pueden llegar a ocasionar pérdida de piezas dentarias)”.
¿Cómo afectan las caries a la salud general?
En cuestión de datos, son 34 millones de personas que padecen caries (4 de ellos son niños y 2,5, adolescentes) y 5,2 millones de adultos enfermedad periodontal. La Dra. Vizuete lo tiene claro: “Si tuviese que identificar cuál es el mayor enemigo de nuestra salud bucal en los tiempos actuales, apuntaría al estrés como el causante de deficiencias en la higiene ocasionadas por las prisas, bruxismo, tabaquismo o la sequedad bucal”.
Es importante tener en cuenta, añade, que la higiene bucodental no solo se implica en la masticación, fonación o bienestar socioemocional, sino en el estado de salud general. “Una infección bucal puede tener repercusiones sistémicas, especialmente en personas vulnerables como pacientes diabéticos, con cardiopatías, inmunodeprimidos e incluso oncológicos”.
Decálogo para una buena salud bucodental
Cepillarse dos veces al día
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Debemos cepillarnos los dientes, mínimo, dos veces al día, y si es posible tres (después de las comidas principales). El cepillado que nunca debemos saltarnos es el de después de la cena, ya que durante la noche el flujo de saliva disminuye y estamos menos protegidos frente a la acción de las bacterias bucales.
Visitar al odontólogo
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En condiciones normales deberíamos visitar al odontólogo una vez al año. En caso de tener alguna patología (por ejemplo, enfermedad periodontal) o algún tratamiento que necesite mantenimiento (por ejemplo, implantes dentales) lo conveniente sería hacerlo cada seis meses.
Usar el dentrífico adecuado
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En el mercado existen muchas opciones de dentífricos, en función de las necesidades del paciente: para la inflamación gingival, para la sensibilidad dental, para la prevención de caries, etc. El odontólogo es quien mejor puede aconsejar si se necesita algún tipo específico de pasta dental.
No usar productos de blanqueamiento no homologados
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Es importante tener cuidado con los productos de blanqueamiento dental, ya que un esmalte abrasionado, además de producir sensibilidad, se va a manchar con más facilidad, por lo que el efecto rebote empeorará la situación. Hoy en día en la consulta dental se pueden realizar tratamientos de blanqueamiento seguros, eficaces y duraderos.
El verdadero uso del colutorio
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Los colutorios se utilizan temporalmente para ayudar a recuperarse tras algunos tratamientos (cirugías, extracciones…) o para combatir patologías periodontales (fundamentalmente aquellos que contienen clorhexidina en su composición). Sin embargo, debe ser el dentista quien indique su uso y durante cuánto tiempo, ya que algunos pueden producir tinciones, alteraciones del gusto y otros efectos secundarios.
Los implantes también deben cuidarse
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No podemos garantizar la duración de un implante de por vida, aunque su porcentaje de éxito suele ser alto. Para ello, es muy importante que el paciente portador de implantes se responsabilice de su cuidado, sobre todo con una buena higiene, acudiendo a revisiones periódicas y siguiendo los consejos del odontólogo.
Hilo dental y cepillos interproximales
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Tanto el hilo dental como los cepillos interdentales son herramientas accesorias al cepillado que sirven para eliminar la placa entre las piezas dentarias. Es importante limpiar estas zonas porque acumulan mucha placa dental, que puede provocar caries y problemas de encías.
Cuidar la alimentación
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La comida es uno de los factores que generan la placa bacteriana de la boca. Los alimentos dulces, por ejemplo, favorecen la aparición de caries, y los alimentos muy ácidos atacan al esmalte dental. Es fundamental no abusar en la dieta del azúcar y evitar el tabaco y el alcohol, responsables también del mal aliento.
¡No te olvides de la lengua!
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La acumulación de placa en la lengua, además de causar mal aliento, puede producir infecciones bucales y empeorar los problemas odontológicos más frecuentes. En las farmacias se pueden adquirir limpiadores linguales especialmente diseñados para ello, aunque normalmente con un cepillo dental es suficiente.
Realizar una higiene dental al año
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Las limpiezas del sarro (tartrectomía) no solo no son perjudiciales para el esmalte, sino que son muy saludables periódicamente para la salud gingival. Se recomienda realizarlas una vez al año para eliminar el cálculo dental o la masa mineralizada adherida a los dientes que no se ha podido arrastrar en los cepillados.