¿Sabías que la primera cesárea de la historia no la hizo un médico?
Jakob Nufer, carnicero de profesión, fue la primera persona en realizar esta intervención. Lo hizo en su esposa, y tanto la madre como el hijo sobrevivieron.
La palabra cesárea se ha referenciado en diferentes orígenes históricos. El más difundido la sitúa en el nacimiento de Julio César, de quien cuenta Plinio el Viejo que adquirió su nombre por el útero seccionado de su madre.
Su procedencia, en cualquier caso, es latina, del verbo caedere, que precisamente hace referencia a su función principal, que es cortar las paredes abdominales de la madre para forzar la salida del bebé. Era una práctica que se llevaba habitualmente a cabo en la antigua Roma, cuando la madre fallecía durante el parto, antes de que el bebé hubiera nacido, y por ley se practicaba la incisión para intentar salvar al feto.
El suizo que operó a su mujer
La primera cesárea que se hizo a una mujer viva, sin embargo, no aparece hasta 1500, concretamente en Siegershausen, Suiza. La persona que la realizó fue Jakob Nufer, que más allá de tener conocimientos médicos, era carnicero de cerdos, y que le practicó una cesárea a su mujer, que llevaba varios días de parto sin éxito, al borde de la muerte. Nufer decidió intentar extraer la criatura en casa, con el permiso necesario de las autoridades, y procedió a la intervención. Cabe recordar que aún quedaban casi cuatrocientos años para que se inventase la anestesia, por lo que la operación fue sin medicación alguna.
A pesar de esto, y de las escasas medidas de higiene de la época, el niño no solo se puedo extraer en la primera incisión sin ninguna lesión, sino que tanto madre como hijo sobrevivieron. El niño vivió, tal como registraría el anatomista Caspar Bauhin, setenta y siete años, y la madre dio a luz otras cinco veces de forma natural. Bauhin fue, entonces, la primera persona en dejar constancia, por escrito, del primer caso de éxito de cesárea en una mujer viva.