Por qué aprender a controlar la respiración es esencial para tu bienestar
Respiramos de forma involuntaria e inconsciente, pero controlar la respiración es esencial para nuestro bienestar corporal y mental. ¿Con qué ejercicios podemos aprender a hacerlo?
Aunque suene bizarro, no ejercemos ningún control en la acción de respirar. En muchos casos infrautilizamos el diafragma, lo que afecta a nuestra capacidad pulmonar y limita algunos de los beneficios que aporta a nuestro bienestar.
La importancia del oxígeno
El oxigeno entra por la nariz y la boca y llega a los pulmones. Entra a la red capilar, donde se une a una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos de la sangre llamada hemoglobina. Esta transporta el oxígeno de los pulmones a las células del cuerpo, que a su vez transportarán el dióxido de carbono de vuelta a los pulmones.
Un ser humano inhala y exhala alrededor de 16 veces por minuto y este oxígeno representa el 65% del cuerpo humano e influye en el 90% de la energía que usa. El oxígeno, por tanto, es nuestra fuente principal de energía.
Entre otras funciones, es el elemento esencial para el funcionamiento del cerebro, ayudando al sistema cognitivo a funcionar de manera óptima. Además, también ayuda a mejorar las habilidades motoras, como, por ejemplo, facilitando el trabajo del corazón para mantener el ritmo cardíaco.
¿Qué beneficios aportan los ejercicios para aprender a controlar la respiración?
Las tres claves para conseguir oxigenar nuestro cuerpo correctamente son hacer respiraciones diafragmáticas profundas, más largas y de forma lenta y controlada por la nariz. Y no debemos olvidarnos de que la exhalación tiene tanta importancia como la inhalación. Algunos de los beneficios de realizar ejercicios de respiración son:
- Mejoran la movilidad pectoral y la postura
- Nos ayudan a recuperarnos mejor en un posoperatorio
- Mejoran el sistema nervioso
La respiración consciente o controlada es una técnica que se utiliza para desviar la mente de otros pensamientos, que pueden ser intrusivos o no deseados, focalizando la atención en el acto de respirar.
Si eres principiante, puedes probar con estos dos ejercicios que son altamente beneficiosos para el bienestar mental:
- Estático: Pon las manos sobre el abdomen y concéntrate en inflar la barriga mientras inhalas. Aguanta unos segundos y exhala viendo cómo vuelve a su estado natural. Si no estás acostumbrado, puede ayudar visualizar que conduces el aire hasta el abdomen.
- Con movimiento: Túmbate en el suelo boca arriba y con los brazos a ambos lados del cuerpo. Cuando inhales, lleva los brazos estirados hacia detrás de la cabeza, y cuando exhales, vuelve al movimiento inicial.
La técnica del 4-7-8 para controlar la respiración
Se trata de una técnica de respiración que reduce la ansiedad y ayuda a dormir. Consiste en inspirar durante cuatro segundos, mantener la respiración durante siete y expirar durante ocho. De esta forma reducimos la actividad del sistema nervioso simpático y pasamos de una respiración muchas veces demasiado rápida y superficial, a una lenta y profunda.
Escáner corporal
Es uno de los ejercicios de relajación más efectivos del MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction). Como su propio nombre indica, se trata de ir recorriendo el cuerpo centrando la atención en sus diferentes partes, desde el dedo del pie hasta el cuero cabelludo, controlando en todo momento la respiración.
Controlar la respiración practicando yoga
La respiración debe ser consciente, lenta y profunda durante todo momento. Es tan importante que hasta recibe su propio nombre en esta práctica que combina el ejercicio físico con la respiración: pranayama. Si quieres aprender a respirar mejor, el yoga es una de las prácticas más completas en el ámbito físico y psicológico.
En conclusión, la respiración consciente es una herramienta para vivir mejor que todos tenemos a nuestro alcance. Aunque llevemos toda la vida respirando de forma inconsciente, controlar la profundidad y velocidad de nuestras inhalaciones y exhalaciones puede suponer una mejora en nuestra salud, tanto corporal como mental.