¿Cómo evitar el 'burnout' en el trabajo?
Aunque el agotamiento no es una enfermedad psicológica en sí misma, el 'burnout' puede acarrear la aparición de graves trastornos mentales. Te presentamos algunos consejos para evitarlo y disfrutar de una vida laboral sana y plena.
Seguramente habrás oído hablar de él, pero ¿sabes exactamente qué es el burnout? Este anglicismo, que en español también se conoce como el síndrome del trabajador quemado, hace referencia a un agotamiento psicológico provocado por el trabajo que es cada vez más común en nuestro país. Se trata de un desgaste laboral causado por múltiples factores, como la dificultad para conciliar, una elevada presión, una cantidad de tareas desmesuradas, aparición de conflictos con jefes y compañeros, o cualquier otro desajuste entre la realidad y los ideales laborales de un individuo.
Aunque el agotamiento no es una enfermedad psicológica en sí misma, el burnout puede acarrear la aparición de graves trastornos mentales, como la ansiedad crónica o la depresión, y, por tanto, debemos estar alerta para evitarlo. No solo puede causarnos síntomas emocionales y conductuales, sino también psicosomáticos, llegando a poder experimentar problemas gastrointestinales, cefaleas, insomnio y trastornos cardiovasculares.
Primer paso: identificar las diferentes fases
El burnout no ocurre de la noche a la mañana. De hecho, se trata de un desgaste progresivo que atraviesa diferentes etapas. Por tanto, es importante conocerlas, como medida de prevención, y, si sospechamos que ya podemos estar atravesando alguna de ellas, reaccionar a tiempo.
- Estancamiento: Las ganas y la motivación inicial empiezan a disminuir y se experimenta una sensación de no avanzar. Suele ocurrir cuando un empleado no ha sido ascendido y lleva años ejecutando las mismas tareas.
- Frustración: El empleado experimenta un fuerte malestar por no cumplir los objetivos debido a una falta de tiempo y de recursos a su alcance y una carga de trabajo desmesurada. Esta fase también suele estar ligada a una animadversión hacia el jefe, que, tras repetidas quejas, no suele proporcionar la ayuda requerida.
- Apatía: En esta etapa el empleado pasa de la frustración a la indiferencia, despegándose de la empresa y de sus compañeros. Es normal que se aísle y deje de interactuar en reuniones y dinámicas de grupo.
Colapso emocional y cognitivo: Esta es la etapa final y se trata de una llamada de emergencia del cuerpo y la mente. En esta etapa el trabajador puede sufrir síntomas graves, como problemas gastrointestinales, insomnio y ataques de ansiedad, que pueden resultar en la incapacitación laboral y consecuente baja médica.
Otros consejos para evitar el 'burnout'
- Descansar y disfrutar de los momentos de ocio: Aunque a veces pueda resultar complicado, es importante saber desconectar del trabajo y disfrutar de nuestros momentos de diversión, además de asegurarnos de dormir al menos ocho horas diarias. El fin de semana, o los días libres que tengamos, son un buen momento para recargar pilas y no pensar en la oficina.
- Hacer deporte y llevar una vida saludable: Puede sonar a tópico, pero el deporte es uno de los remedios más efectivos que tenemos a mano para combatir el malestar psicológico, gracias a la liberación de endorfinas naturales, que nos harán sentir mejor.
- Establecer límites: Recuerda que no tienes que aceptarlo todo en el trabajo, y que siempre debe haber un intercambio equilibrado y justo entre empleado y empresa. Estás en tu derecho de establecer límites que velen por tu salud mental, como negarte a hacer horas extra o a realizar tareas que no te competen.
- Haz pausas durante la jornada: Es importante respetar los momentos de descanso durante la jornada, como son la pausa para desayunar y para comer. Es aconsejable levantarse de vez en cuando de la silla y desviar la vista de la pantalla, dando un pequeño paseo o charlando con un compañero de trabajo. Un método que puedes utilizar es la técnica pomodoro, que se basa en ejecutar una tarea manteniendo la concentración durante 25 minutos seguido de un descanso de 5 minutos. Cada cuatro tareas ejecutadas, descansaremos durante 15 minutos.
- Cambia de trabajo: Es la opción más drástica, y en muchos casos no es necesario, pero a veces lo mejor es cortar por lo sano y empezar de nuevo. Si no ves la luz al final del túnel, tu jefe no te apoya y no consigues remontar, ¡no tengas miedo al cambio!
En definitiva, debemos tener en cuenta estas pautas para no acabar padeciendo burnout. Lo más importante es ser proactivos y asegurarnos de mantener una buena comunicación con nuestros responsables, establecer límites, llevar una vida sana y descansar lo suficiente durante la jornada laboral y en nuestros días libres, para mantener una relación sana con nuestro empleo.