Una taza menos…
El café es una de las bebidas que forman parte de nuestro día a día. Solo el consumo de agua y de té supera al de café en el mundo.
Sea por su aroma, su capacidad estimulante, su sabor o su predisposición social al llamado break o incluso a establecer relaciones personales… el café se ha posicionado como una bebida necesaria. Despertar con una taza de café es, para un amplio sector de la población, un obligado ritual para empezar bien el día y cargar las pilas gracias a la cafeína.
Estudios recientes han demostrado que el café aporta beneficios para la salud gracias a sus altos niveles de antioxidantes y nutrientes. Su consumo moderado puede ayudar a las personas a sentirse menos cansadas y aumentar los niveles de energía, así como a mejorar varios aspectos de la función cerebral, incluida la memoria, el estado de ánimo, la vigilancia, los niveles de energía, los tiempos de reacción y la función mental general. Además, la cafeína se halla en casi todos los suplementos comerciales para quemar grasa y destaca por ser una sustancia capaz de aumentar los niveles de adrenalina en la sangre.
¿Bebemos mucho café?
Las cifras de consumo de café indican que bebemos alrededor de tres mil millones de tazas cada día, con una población mundial de 7.761 millones de habitantes, según Naciones Unidas. Con moderación, el café parece ser bueno para la mayoría de las personas. Tomar entre tres y cuatro tazas diarias, o hasta 400 miligramos de cafeína, es seguro según indica la agencia de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea. En algunos casos, el confinamiento provocado por el Covid-19 ha significado un aumento considerable de su consumo, lo que ha provocado efectos adversos como insomnio, nerviosismo o problemas intestinales, entre otros. Seis tazas de café al día se consideraban el límite superior del consumo seguro, según un estudio mundial el Centro Australiano de Salud de Precisión de la Universidad de Australia del Sur.
Pero el café no es para todos. A otra gran parte de la población no le gusta o le sienta mal y busca esos beneficios y energía en productos alternativos. Hay opciones que permiten alejarse de la cafeína y que producen la misma energía duradera del café. Además, estos productos aportan mejoras en la dieta, fortalecen el ciclo del sueño y conllevan beneficios saludables. Te presentamos algunas alternativas al café para que te tomes una taza menos. O ninguna.
¿Tomas demasiada cafeína?
Esta calculadora de cafeína muestra cuánto de una bebida con cafeína es segura y cuánto podría ser mortal según el peso corporal de una persona.
Alternativas al café
Matcha
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El té verde matcha es una alternativa saludable a la dosis regular de cafeína. Contiene antioxidantes que nos ayudan no solo a concentrarnos por la mañana, sino que también nos ayudan a despejar la piel.
Té de yerba mate
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La yerba mate es una fuente poco conocida de cafeína. Contiene una variedad de vitaminas y minerales como la vitamina A, C, hierro, magnesio y más.
Agua caliente con jengibre
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Cuando se trata de reducir el consumo regular de café y cafeína, el agua caliente y el jengibre son una excelente solución. El jengibre es un ingrediente natural que promueve y estimula el metabolismo, por lo que a menudo lo encontramos utilizado en muchos suplementos dietéticos y para quemar grasa. Esto mantendrá nuestro sistema digestivo en un nivel alto para el resto del día.
Polvo de cacao con maca
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El cacao en polvo con maca en una bebida caliente similar al chocolate es una opción sorprendente. El polvo de cacao tiene cafeína natural, mientras que la maca es una raíz que proporciona un impulso de energía natural, ayuda a aumentar la resistencia y también proporciona a nuestro cuerpo vitaminas y minerales adicionales.
Té de kombucha
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Es un tipo de levadura que puede fermentar junto al té, azúcar u otros sabores o ingredientes. Esta bebida fermentada, ácida o dulce según elección, es útil para tratar la pérdida de memoria y regular la presión arterial alta.
Agua de coco
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Está considerada una de las bebidas más saludables del mercado. Procedente de los cocos verdes y jóvenes, el agua de coco es un líquido claro y lechoso, naturalmente dulce, que contiene enzimas bioactivas y está repleta de electrolitos rehidratantes, lo que asegura una buena inyección de energía.