El tráfico supone el 80% del ruido de las ciudades
Según los acuerdos de París del 2015, el próximo año, 145 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes tendrán que habilitar un área de bajas emisiones proporcional al tamaño de su población. Los beneficios de esta iniciativa son múltiples y afectan mucho a nuestra salud física y mental. Según explica Izaskun Chinchilla en su libro La ciudad de los cuidados (Catarata), favorecerá un consumo de energía más eficiente y menos dependiente del petróleo, y reducirá la contaminación, que provoca en el mundo nueve millones de fallecimientos prematuros al año, según The Lancet.
Además, aumentará la superficie urbana dedicada a otros usos que no son la circulación y el aparcamiento. La autora recuerda que el vehículo privado permanece el 90% del día estacionado y es el medio de transporte que más espacio ocupa en los desplazamientos (90 veces más que si el mismo trayecto se hace en metro).
El tráfico es responsable del 80% del ruido en las ciudades y, según datos de la Unión Europea, dos de cada tres residentes en ciudades españolas medias o grandes viven en ambientes sonoros considerados inaceptables. A corto plazo, la exposición a estos niveles de ruido provoca malestar, problemas de comunicación y trastornos del sueño; mientras que a largo plazo genera insomnio, enfermedades cardiovasculares, depresión o irritabilidad.