Unidos frente al COVID

Reflexionamos a cerca de los cambios sociales provocados por la pandemia, el papel crucial del sector privado en el sistema sanitario y el futuro laboral más inmediato.

POR Sergio Escartín | 27 Julio 2020

Ya nada será lo mismo”. Es una de las frases y mantras más repetidos cuando se habla de la nueva normalidad a raíz de la pandemia provocada por el Covid-19. 

La humanidad ha ido sobreponiéndose a cada episodio adverso en busca de la ansiada felicidad. Buscando caminos alternativos y aprovechando los cambios para convertirlos en oportunidades. Pero el desconocimiento del coronavirus crea incertidumbres sobre el futuro. ¿Podemos ser optimistas? ¿Qué hemos aprendido de esta pandemia? ¿Nos servirá en el futuro? ¿Estamos preparados para afrontar la crisis económica?   

Buscamos respuestas conversando con Emanuele Felice, reconocido economista italiano, doctor en Historia Económica por la Universidad de Pisa, columnista prolífico y autor de varios libros, entre ellos Historia económica de la felicidad (Ed. Crítica). Conocedor de la historia y de cómo las epidemias han producido los grandes cambios, Felice ve el vaso medio lleno. 

“En perspectiva global, nada será igual durante una temporada. Pero cuando todo pase, cuando llegue la vacuna, viviremos en un mundo que será distinto, aunque no por ello debe ser peor. Podemos tener una Europa más solidaria y compacta, dedicaremos más nuestra atención a la salud y al sistema de sanidad. También podría instalarse el teletrabajo como una solución que además es beneficiosa para el medio ambiente. Si queremos ver la crisis desde el punto de vista optimista, ha acelerado el proceso de cambio estructural de unificación europea que, de lo contrario, hubiera sido mucho más lento”. 

 

El aprendizaje

Ante cambios tan importantes como los provocados por el Covid-19, aprender de los errores del pasado es determinante. “Tengo la impresión de que durante estos meses de confinamiento hemos aprendido más el valor de las relaciones humanas, que antes dábamos por seguras. Ahora que hemos estado sin poder salir nos hemos dado cuenta de la importancia de las relaciones personales. Normalmente, lo que ocurre en la historia no son paréntesis. Las epidemias y las guerras nunca han sido paréntesis, sino procesos de cambios que modifican la sociedad, la economía y las instituciones hacia una dirección distinta”, señala Felice. 

El economista apunta hacia un camino dual, de polos apuestos claramente marcados. “Veo que esta crisis está reforzando una opinión pública democrática, pero al mismo tiempo aumenta la fortaleza de los regímenes más autoritarios. Echando la vista atrás, es similar a lo ocurrido con la peste del año  1347. La misma epidemia acentuó la salida del mundo feudal en la Europa occidental y conllevó el ascenso de las ciudades. En cambio, en la Europa oriental, donde el mundo feudal era más fuerte, provocó un refuerzo del feudalismo”, recuerda.  

Felice, que considera que “cuando llegue la vacuna las relaciones sociales volverán a ser como las de antes”, apunta a una pronta recuperación económica. “Si se logra terminar con la epidemia en 2020, creo que en 2021 comenzará la recuperación económica, salvo que los rebrotes se prolonguen en el tiempo. Sí creo que habrá una recuperación porque la gente tendrá el deseo de salir, de gastar, de vivir…”.  

La capacidad humana para afrontar la situación y los cambios que puedan llegar también será determinante. ¿Estamos preparados para pasarlo mal? “Sobre este aspecto soy optimista. Y creo que, a la postre, estamos incluso mejor que antes de la epidemia. Imagine vivir esta situación sin la actual velocidad de internet, sin la posibilidad de teletrabajar o de comunicarnos con los familiares... Además, la respuesta sanitaria ha sido mucho mejor que en el pasado. Nos hemos enfrentado a esta crisis con mejores herramientas y el resultado, si hablamos de mortalidad, no se puede comparar con la peste, que mató a un tercio de la población europea. Con el coronavirus, no se ha hablado del ‘fin del mundo’”.    

La idea de cómo ser felices conviviendo con la pandemia es otro tema que también ha aflorado con el confinamiento. “Creo que hay un cambio en el concepto de la felicidad. La renta es importante, pero no solo el consumismo lleva a la felicidad. En verdad, son las relaciones humanas y los derechos. Esta pandemia ha demostrado que estas dimensiones son vitales. En estos días no hemos podido ser felices consumiendo. Hemos tenido que detener un sistema económico que parecía imparable para darnos cuenta de que hay cosas más importantes, que la salud es más importante. Hemos tenido que recuperar la dimensión de las relaciones humanas, que han sido el centro del confinamiento”, explica Felice.  

Por todo ello, el escritor y economista se mantiene firme en una postura “moderadamente optimista” cuando mira hacia el futuro. “El progreso científico y tecnológico nos ha puesto las condiciones para vivir mejor, pero hay que tener cuidado con la dimensión política con la que se gobiernen. El futuro dependerá de cómo usemos el progreso que hemos conseguido. Lo fundamental, y en esta crisis se ha vuelto a demostrar, es que el progreso nos sitúa en condiciones de vivir mejor”, concluye.

 

Emanuele Felice

Es un reconocido economista italiano y doctor en Historia Económica por la Universidad de Pisa. Actualmente, combina su labor como autor y columnista prolífico con la de profesor de economía y política económica en la Università D’Annunzio, en Pescara. 

 

Dr. Ignacio Orce, presidente de ASSISTÈNCIA SANITÀRIA

"Debemos reivindicar la entrega incondicional de los sanitarios"

La sanidad privada ha participado de forma decisiva y exitosa en la lucha contra el Covid-19. Hablamos con el presidente de ASC para analizar cómo se afrontó la crisis.

Dr. Enrique de Porres, consejero delegado de ASISA

"La atención domiciliaria privada ha sido esencial"

El papel del Grupo ASISA ha sido determinante para contener la enfermedad. El consejero delegado de la compañía sanitaria analiza la actuación de la red asistencial.

Reflexión

La revolución del teletrabajo

La pandemia nos ha dado a conocer nuevas herramientas para teletrabajar, pero debe haber una regulación de ámbito europeo y español, y un pacto entre empresas y trabajadores.