La importancia de reforzar las lumbares

La importancia de reforzar las lumbares

Con ejercicios adecuados y cambios de hábitos, es posible reducir notablemente el riesgo de dolor de lumbares y mejorar la postura y la resistencia física.

POR Marta Burgués | 05 Septiembre 2025

El dolor de lumbares es una de las dolencias más frecuentes en la población adulta. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a más del 80% de las personas en algún momento de su vida. Sus razones: vida sedentaria, malas posturas y ciertos hábitos laborales. No solo es un problema físico que limita el movimiento, sino que también puede afectar al bienestar emocional, provocando estrés, fatiga y disminución de la calidad de vida. 

La prevención y el fortalecimiento de esta zona son fundamentales para mantener una buena salud musculoesquelética. En España, el dolor lumbar es la segunda causa más frecuente de baja laboral, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST). Esto no solo repercute en el bienestar de los trabajadores, sino que supone un coste significativo para las empresas y el sistema sanitario. 

La musculatura lumbar es clave para estabilizar la columna y soportar el peso del cuerpo, de ahí que su fortalecimiento sea una herramienta esencial para evitar lesiones y problemas crónicos. La buena noticia es que, con ejercicios adecuados y ciertos cambios de hábitos, es posible reducir notablemente el riesgo de dolor y mejorar la postura y la resistencia física.

 

Motivos de aparición del dolor lumbar

La falta de fuerza en la zona lumbar puede derivar en una serie de problemas que afectan tanto a la movilidad como a la salud general. Uno de los más comunes es la lumbalgia, que puede aparecer de forma puntual (por un esfuerzo o una mala postura) o convertirse en un trastorno crónico. 

Además, un core débil —que incluye la musculatura abdominal y lumbar— puede favorecer la aparición de hernias discales, ciática o desviaciones en la columna, como escoliosis o hiperlordosis.

Estos problemas afectan especialmente a personas sedentarias, y también a todos aquellos que realizan trabajos físicos intensos, levantan peso o practican deporte sin la técnica adecuada. Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), la carga física derivada de movimientos repetitivos o posturas forzadas es una de las principales causas de trastornos musculoesqueléticos en el ámbito laboral.

También hay causas médicas, como la artritis o la estenosis espinal, que requieren tratamiento especializado. La prevención, sin embargo, es un aspecto clave que puede evitar que estos problemas se agraven con el tiempo.

 

Ejercicios para reforzar las lumbares

El fortalecimiento lumbar debe abordarse desde una perspectiva progresiva y segura. No se trata de realizar ejercicios intensos de un día para otro, sino de integrar una rutina constante que incluya estiramientos, trabajo de fuerza y actividades que mejoren la postura.

Algunos ejercicios recomendados por fisioterapeutas incluyen:

  • Puente de glúteos: tumbado boca arriba, con las rodillas flexionadas, elevar la cadera hacia el techo manteniendo la espalda recta.
  • Superman: tumbado boca abajo, levantar brazos y piernas al mismo tiempo, manteniendo la contracción unos segundos.
  • Plancha abdominal: aunque se centra en el abdomen, también fortalece la zona lumbar, al estabilizar la columna.
  • Extensiones lumbares: en máquina o sobre el suelo, ayudan a trabajar la musculatura extensora de la espalda.

Además, actividades como el yoga y el pilates son altamente beneficiosas, ya que combinan el fortalecimiento muscular con el estiramiento y la conciencia postural.

 

Consejos para prevenir el dolor de las lumbares

Más allá del ejercicio, hay hábitos que pueden marcar la diferencia. Mantener un peso saludable, adaptar el espacio de trabajo a una ergonomía adecuada y realizar pausas para moverse cada hora son medidas básicas. Otras son dormir en un colchón firme, evitar cargar peso de forma brusca y estirar la musculatura tras periodos de inactividad.

La combinación de un estilo de vida activo y una rutina de ejercicios específicos para la zona lumbar puede reducir drásticamente la incidencia del dolor. Según la OMS, la actividad física regular no solo previene problemas musculoesqueléticos, sino que también permite la mejora de la salud cardiovascular, mental y metabólica.

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