
¿Qué método anticonceptivo es el mejor para ti?
A pesar de la amplia variedad de tipos de anticonceptivos, es imprescindible acudir a un profesional sanitario para recibir orientación personalizada.
Hablar de métodos anticonceptivos es hablar de libertad, responsabilidad y salud sexual. En España, la oferta de este tipo de métodos es cada vez más amplia, y aunque existe mucha información, todavía hay personas que desconocen qué tipos de anticonceptivos son los más adecuados para su estilo de vida, salud y etapa vital.
La planificación familiar no solo previene embarazos no deseados, sino que también previene enfermedades de transmisión sexual (ETS) y garantiza una vida sexual más satisfactoria. Conocer bien cada método, sus ventajas y desventajas, es clave para tomar una decisión informada que respete nuestros derechos reproductivos y nuestra salud integral.
Los diversos tipos de anticonceptivos

Métodos de barrera: protección doble
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Uno de los métodos más conocidos y utilizados es el preservativo, tanto masculino como femenino. El preservativo masculino es fácil de conseguir, económico y, sobre todo, el único método que protege frente a ETS, además de prevenir embarazos.
Sus ventajas son claras: no requiere receta, no tiene efectos secundarios hormonales y su eficacia ronda el 98% si se usa correctamente. La principal desventaja es que puede romperse o deslizarse, y su correcta colocación requiere atención. El preservativo femenino, aunque menos popular, ofrece la misma doble protección. Sin embargo, es más caro y su colocación puede resultar más complicada para algunas personas.

Métodos hormonales: comodidad y control
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En cuando a los métodos hormonales, encontramos varias opciones: la píldora combinada, el parche, el anillo vaginal o el implante subdérmico. La píldora es una de las alternativas más usadas en España, ya que regula el ciclo menstrual, reduce el dolor de regla y es fácil de usar. Su inconveniente principal es que hay que tomarla todos los días a la misma hora, lo que puede resultar difícil para algunas personas.
Además, no protege frente a ETS y puede tener efectos secundarios, como dolor de cabeza, náuseas o cambios de humor. El parche y el anillo funcionan de forma similar, liberando hormonas de manera continua, pero requieren menos recordatorios: el parche se cambia semanalmente y el anillo se coloca una vez al mes. Por su parte, el implante es una varilla que se coloca bajo la piel del brazo y tiene una duración de tres años, lo que lo convierte en uno de los métodos más cómodos y eficaces. Su mayor desventaja puede ser el sangrado irregular o la dificultad para acceder a él en la sanidad pública, en algunas zonas.

Métodos intrauterinos: eficacia prolongada
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El DIU (dispositivo intrauterino) es otro tipo de anticonceptivo muy extendido en España, sobre todo entre mujeres que ya han tenido hijos, aunque cada vez lo usan más jóvenes sin hijos.
Existen dos tipos: el DIU de cobre y el DIU hormonal. El primero libera iones de cobre que impiden la movilidad de los espermatozoides, tiene una duración de entre 5 y 10 años y no tiene efectos hormonales. Su inconveniente es que puede aumentar el sangrado menstrual y causar cólicos más intensos.
El DIU hormonal, en cambio, libera pequeñas dosis de progestágeno que reducen la menstruación y los dolores, pero puede provocar efectos secundarios similares a otros métodos hormonales. Su duración es de 3 a 5 años. Ambos requieren colocación y retirada por un profesional sanitario.

Métodos definitivos: cuando la decisión es firme
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Para quienes tienen claro que no desean tener hijos en el futuro, existen los métodos definitivos, como la ligadura de trompas en mujeres y la vasectomía en hombres.
La ligadura de trompas es una intervención quirúrgica que impide que el óvulo se encuentre con el espermatozoide. La vasectomía, por su parte, corta los conductos deferentes para evitar la salida de espermatozoides.
Ambos son altamente eficaces, con mínimas complicaciones y recuperación rápida. La gran desventaja es que son métodos prácticamente irreversibles y, por tanto, exigen una reflexión muy madura.

Métodos naturales: menos invasivos, menos eficaces
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Aunque menos populares, algunas personas recurren a métodos naturales como la abstinencia periódica, la temperatura basal o el método del moco cervical. Estos se basan en la observación del ciclo menstrual y la abstinencia durante los días fértiles.
No tienen efectos secundarios, son gratuitos y no requieren dispositivos ni hormonas, pero su tasa de fallo es considerablemente alta. Se recomienda solo para personas con ciclos muy regulares y un compromiso férreo con la autoobservación.

Elegir con responsabilidad
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A pesar de la amplia variedad de métodos anticonceptivos en España, sigue siendo imprescindible acudir a un profesional sanitario para recibir orientación personalizada. Cada cuerpo es diferente y lo que funciona bien para una persona puede no ser adecuado para otra.
Factores como la edad, la salud, los antecedentes médicos, el estilo de vida o si se desea protección frente a ETS influyen en la elección. Además, es fundamental revisar periódicamente si el método elegido sigue siendo el más adecuado para cada etapa vital.