
¿Es rentable instalar placas solares en casa?
La tendencia hacia un consumo energético más sostenible ha disparado el interés en la instalación de placas solares, que puede suponer una inversión acertada a largo plazo.
El pasado 16 de abril, en España, se consiguió un hito histórico: más del 100% de la demanda eléctrica interna consiguió suplirse mediante energías renovables. Una hazaña histórica que, sin embargo, no es flor de un día, sino el resultado de una tendencia que ha ido fraguándose a lo largo de los últimos años.
Por más que durante mucho tiempo la apuesta por la energía nuclear haya opacado las posibilidades de un consumo energético más sostenible, en los últimos años se ha revertido esta tendencia. En 2024, el 74% de la energía producida en Europa provino de fuentes renovables, un 8% más que el año anterior. En España, el mismo año, la energía proveniente de fuentes renovables alcanzó el 56%.
El autoconsumo solar: una inversión cada vez más accesible
Con estos datos sobre la mesa, es lógico que el interés por el autoconsumo energético haya crecido exponencialmente en los últimos años. Además, a la búsqueda de una forma de abastecimiento más sostenible hay que añadirle la reducción del precio de la luz.
Por todo ello, es lógico pensar que el momento del autoconsumo eléctrico, por fin, ha llegado. Y de entre todas las fuentes renovables de energía, la fotovoltaica o solar es, sin duda, la protagonista. Con una media de 2.500 horas de sol anuales, España es un paraíso para la energía solar. Una energía limpia y eficiente, inmutable e inagotable, capaz de instalarse en cualquier lugar.
Sin embargo, a pesar de sus beneficios, el coste de la instalación inicial, que ronda los 5.000 - 8.000 euros, puede despertar algunas reticencias. Aun así, esta cifra puede reducirse gracias a subvenciones y deducciones fiscales disponibles tanto a escala autonómica como estatal. Por ejemplo, el programa Next Generation de la Unión Europea ofrece ayudas de hasta el 40%, y algunas comunidades autónomas ofrecen bonificaciones adicionales en el IBI o ICIO.
Dependiendo del consumo energético, la ubicación y las condiciones del tejado, la amortización de esta inversión podría recuperarse en un plazo de entre 2 y 7 años. Por otra parte, una instalación estándar puede cubrir entre el 60 y el 80% del consumo eléctrico anual. Y si se añade una batería, es posible aprovechar al máximo la energía producida incluso durante la noche. Por ello, gracias a las placas solares el ahorro en la factura de la electricidad puede oscilar entre un 30 y un 60%, lo que implica un ahorro anual total estimado de entre 300 y 700 euros.
Sostenibilidad y ahorro a largo plazo
Pero más allá del ahorro económico, instalar paneles solares también conlleva varias ventajas añadidas que hacen esta decisión mucho más atractiva. Al no producir emisiones contaminantes, la energía solar reduce muy significativamente la emisión de CO2, por lo que con la instalación de placas solares se contribuye directamente a una forma de vida y consumo más sostenible, reduciendo la huella de carbono y contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
Por otra parte, si bien la instalación inicial de unas placas solares puede ser elevada, su vida útil puede llegar a alcanzar los 25 años, por lo que se considera una muy acertada inversión a largo plazo. Además, el diseño de las placas está pensado para resistir condiciones climáticas adversas. Por ello, con solo una limpieza periódica, su funcionamiento puede extenderse a lo largo de décadas con un mínimo mantenimiento. Y, además, por si fuera poco, la instalación de placas solares también aumenta el valor de una vivienda, ya que la autosuficiencia energética es un elemento muy valorado en el mercado inmobiliario. Así pues, con la instalación de una placa solar se aumenta también el valor patrimonial.
En definitiva, el uso de fuentes renovables para el abastecimiento energético es una realidad que ya no forma parte del futuro. Por ello, sumarse al carro del autoconsumo eléctrico a través de la instalación de placas solares es una inversión de futuro que beneficia tanto económicamente como a la salud del planeta.