Rutinas para el cuidado de la piel con acné y/o rosácea
Es fundamental cuidar la piel correctamente y adaptar las rutinas según su tipo y necesidades. ¿Qué cuidados deben tenerse en cuenta para pieles con acné o rosácea?
La piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, actúa como una barrera que nos protege frente a las bacterias, la temperatura y otros factores externos. Por ello, es crucial adaptar dicha rutina según el tipo de piel de cada uno, así podemos abordar ciertos problemas o tendencias individuales. Ese es el caso de las pieles con acné y/o con rosácea, que deben tratarse con productos específicos.
Rutina para pieles con acné
El acné es una de las afecciones de la piel más comunes. Se trata de un proceso inflamatorio que afecta a las glándulas sebáceas. Aunque suele aparecer durante la adolescencia, también es común en adultos. Existen varios tipos y grados de acné, pero para pieles con tendencia acnéica, seguir una rutina adecuada puede marcar la diferencia.
Ante lesiones como puntos negros o pústulas, es muy importante evitar manipularlos, ya que podrían infectarse. En casos de acné severo, pueden ser necesarios tratamientos orales, que deben ser prescritos por un especialista.
Rutina para pieles con rosácea
La rosácea es una enfermedad inflamatoria que provoca rubor facial, así como pápulas y pústulas. También existen distintos grados de rosácea según la intensidad de los síntomas. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la rosácea se encuentra entre las enfermedades dermatológicas que más afectan a la calidad de vida y la autoestima de las personas que la padecen.
La rosácea puede tener varios factores desencadenantes, como el uso de productos que resultan irritantes y demasiado agresivos para la piel, la exposición a temperaturas extremas (mucho calor o frío), el estrés, el consumo de alcohol y comidas picantes, algunos fármacos, etc. Por ello, es importante evitar la exposición a esos detonantes.
Si tienes dudas o has notado cambios inusuales en tu piel, es aconsejable consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento específicos.