Estas son las enfermedades de la piel más comunes
La piel es el órgano más grande y, al ser la capa más superficial del cuerpo, se encuentra en continua exposición. ¿Cuáles son las enfermedades de la piel más comunes que podemos padecer?
Cambios en su textura y color o aparición de manchas y lunares irregulares podrían ser síntoma de una afección cutánea grave. Por este motivo, es muy importante saber cómo identificarlas para acudir a un dermatólogo si fuese necesario, para un mayor análisis y tratamiento.
¿Cómo tener una piel sana?
- Usa protector solar diariamente. Es una de las formas más efectivas de proteger la piel de arrugas, manchas y los problemas dermatológicos más comunes, además de prevenir el riesgo de padecer cáncer de piel. En época de sol, aplica abundante cantidad cada dos horas, aproximadamente, con un factor de protección mínimo de 15.
- Cuida tu dieta. No consumas alimentos que puedan desencadenar brotes crónicos, como los alimentos con alto contenido en aceite o grasas no saludables. Bebe mucha agua para mantenerla hidratada y evita malos hábitos como fumar o beber alcohol.
- Limpia e hidrata la piel. Evita el agua caliente, los jabones fuertes y secarte la piel de forma brusca. Usa cremas antes del afeitado y, en caso de tener la piel seca, humedécela a diario con alguna loción adecuada al tipo de piel.
Nuestra piel está expuesta a numerosos factores ambientales y hormonales, y es necesario estar atentos a cualquier alteración en su aspecto y textura. Muchas de estas enfermedades se pueden prevenir evitando los factores de riesgo que las desencadenan.
Las afecciones de la piel más comunes
Acné
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Es la enfermedad de la piel más común, conocida por todos. Debido a su factor estético, puede llegar a influir incluso psicológicamente a quienes la sufren. Normalmente aparece en la cara, el pecho y la espalda, durante periodos de gran actividad hormonal.
Dermatitis atópica
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Es la forma de eccema más común. Se trata de una enfermedad de la piel crónica, de la cual aún se desconocen las causas exactas. Sobre todo, se manifiesta en niños, pero puede aparecer a cualquier edad. Hace que la piel se seque y se inflame, provocando irritación y picor.
Quemaduras del sol
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Son frecuentes durante el verano, cuando la exposición solar es mayor, y son extremadamente peligrosas. Además, es mucho más fácil prevenirlas que curarlas. Son causadas por los rayos UV, tanto del sol como de fuentes artificiales, como las máquinas bronceadoras, y hacen que la piel se enrojezca, duela y se sienta caliente al tacto; puede también provocar ampollas y fiebre. Lo más aconsejable es incorporar un protector solar a nuestra rutina facial matutina para evitarlas.
Rosácea
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Se trata de la hinchazón permanente de la piel, normalmente en las mejillas y la nariz. En algunos casos también puede afectar a los ojos. Puede provocar que los vasos sanguíneos se dilaten y se vean prominentes. No hay cura y se trata de una enfermedad de la piel crónica, pero se puede prevenir intentando evitar los factores que facilitan su aparición.
Psoriasis
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La psoriasis se distingue por las escamas blancas o plateadas que cubren manchas rojas en la piel seca y agrietada. Suelen aparecer en el cuero cabelludo, los codos y las rodillas. Normalmente, los síntomas son cíclicos.
