Ética para la atención sanitaria del siglo XXI
La pandemia ha demostrado las debilidades del sistema que deberán analizarse desde la ética para actualizar nociones como equidad, solidaridad y pertinencia de ciertas técnicas.
Rápido, sin casi información y utilizando fármacos que se han demostrado ineficaces como el Remdesivir. Así fue la primera ola de la pandemia provocada por el Covid-19 para el personal sanitario. Un año después y en plena tercera ola, hay tres vacunas aprobadas y se conocen los protocolos a seguir y el tratamiento básico de la enfermedad. Pero las UCI siguen llenas y los sanitarios, agotados. La pandemia ha puesto en jaque la ética de los profesionales y ha generado interrogantes que deben ponerse sobre la mesa. Estas son algunas de las conclusiones del XIII Seminario Internacional de Biomedicina, Ética y Derechos Humanos que organizó ASISA junto a la UCM en noviembre de 2020 en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y en el que participó el doctor Fernando Bandrés, catedrático de la Facultad de Medicina de esta universidad. Bandrés añadió otro reto: el de la tecnologización.
“Las normas nos dicen lo que debemos hacer y la ética, lo que deberíamos hacer”, explica. “Y la pandemia nos ha enseñado que tenemos que resolver cuestiones como la toma de decisiones, recuperar y actualizar la noción de equidad o el concepto de solidaridad, también el de pertinencia a la hora de aplicar ciertas técnicas”.
Debilidades y amenazas
Para el doctor, “la pandemia nos debe permitir detectar las debilidades que se han planteado en el sistema sanitario, porque ha quedado demostrado que tenemos menos habilidad y capacidad de la que creíamos”. Y por este motivo, “hay que hacer un análisis crítico en términos de necesidad y fortalezas del sistema, también de las amenazas. Porque no va a ser igual la atención sanitaria antes de la pandemia que después”, asegura.
El problema, para Bandrés, es quién liderará este cambio. “Una de las características de la ética es promover un liderazgo científico, entendiendo científico como aquel que produce saber, lo comparte y estimula a otros”, afirma mientras asegura que tenemos una crisis de liderazgo científico, tecnológico y tecnocientífico. “La pandemia ha hecho aflorar lo mejor y lo peor de nosotros como sociedad y es el momento de unir ética, legislación y política para pensar de forma reflexiva”. Y “la ética es de gran ayuda cuando se tienen que tomar decisiones sobre cómo debe ser la atención sanitaria en el siglo XXI”.
El doctor recuerda que, en agosto de 2020, la revista The Lancet publicó un artículo de prestigiosos científicos y pensadores españoles que alertaban de la necesidad de aparcar las ideologías y analizar lo ocurrido desde la ética, la ciencia y la política, con criterios honestos y sin intereses. “Debemos ver qué tipo de información hemos dado a la ciudadanía y cómo, estudiar qué ha pasado con el personal sanitario, que está en fase de agotamiento. Se han planteado conflictos éticos en la toma de decisiones en las UCI, las urgencias, en la asignación fármacos. Y esto pasa factura desde un punto de vista moral”.
Una larga trayectoria profesional
Fernando Bandrés es catedrático de Biomedicina por la Universidad Europea y profesor titular de Medicina Legal y Toxicología en la Facultad de Medicina de Universidad Complutense de Madrid (UCM). Dirige la Cátedra E. Complutense de Diagnóstico e Innovación, Roche-UCM, y el Aula de Estudios Avanzados de la Fundación Tejerina. Preside el Comité Científico y Organizador del Seminario Internacional e Interuniversitario de Biomedicina y Derechos Humanos que se celebra anualmente desde el año 2004, con la participación de instituciones y universidades tanto públicas como privadas. El doctor Bandrés también es miembro del Comité de Bioética y Derecho Sanitario de ASISA y ha sido decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea de Madrid.