Defensas frente a los rayos ultravioletas
Gracias a la radiación solar, el cuerpo humano sintetiza la vitamina D, esencial en ciertos procesos del organismo que ayudan a prevenir la osteoporosis y el raquitismo, por ejemplo. Por tanto, el sol no es únicamente fuente de daños. La clave es buscar el equilibrio y actuar con precaución: evitar las horas de máxima radiación, protegerse de los rayos ultravioletas e hidratar la piel.
El sol brinda calor, energía y suma múltiples beneficios para la salud, entre los que destaca la cicatrización de las lesiones, su papel en la prevención de la osteoporosis o el acné; incluso ayuda a rebajar el colesterol y la presión arterial. El problema aparece cuando existe una exposición constante e indiscriminada. La radiación ultravioleta UVB desempeña un papel importante en el desarrollo de cáncer de piel y en el envejecimiento prematuro. La exposición excesiva también causa sequedad o quemaduras. Los estudios corroboran que entre el 70% y el 90% de los carcinomas basocelulares se desarrollan en las zonas de la cabeza y cuello expuestas al sol. Por ello, los dermatólogos recomiendan una exposición a los rayos del sol progresiva, que vaya de menos a más.
Ahora que se acerca el verano, hay que tener en cuenta que una gran parte de la población lleva tiempo sin recibir la radiación solar directamente, por lo que para evitar quemaduras hay que exponerse al sol con sensatez. Los expertos recomiendan el uso de cremas fotoprotectoras y otras herramientas de protección, como ropa específica o los sombreros o las gorras. Hay que aplicarse los protectores antes de exponerse al sol e ir aplicando, de manera generosa, cada dos horas dicha crema. Para escoger el protector solar correcto existen varios factores a tener en cuenta. Por una parte, el color de la piel. Por ejemplo, las pieles claras son más sensibles a la exposición solar que las más oscuras. También hay que pensar en la estación del año, cuánto va a durar la exposición y si se sufren problemas cutáneos previos. En el binomio formado por sol y problemas cutáneos queda mucho trabajo pedagógico y de campaña por hacer. Pese a que el 92% de las personas reconoce que la exposición al sol puede generar problemas de salud, solo un 18% de ellas se protege siempre la piel. Los dermatólogos recuerdan que es indispensable establecer unos hábitos adecuados frente a la radiación solar para poder aprovechar sus beneficios y minimizar sus riesgos.
El diagnóstico precoz, vital en el cáncer de piel
Los problemas de piel más frecuentes son las infecciones víricas, los eczemas, la psoriasis, el acné, las infecciones por hongos, la urticaria, la alopecia o los lunares. Actualmente, una parte muy importante de la dermatología la constituye el cáncer de piel con un gran incremento de casos en los últimos años, al estar estrechamente relacionado con la exposición solar. Un 90% de estos casos aparecen en las zonas de la piel expuestas al sol: la cara, el cuello, las orejas, las manos y los antebrazos. El diagnóstico precoz es una de las armas más eficaces en la lucha contra esta enfermedad. Dicha detección temprana aumenta exponencialmente las posibilidades de éxito de tratamiento que, en fases iniciales, significa un mejor pronóstico en la evolución del cáncer. Los dos tipos de cáncer más comunes, el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular, tienen altas probabilidades de curación.
El melanoma, el tercer tipo, es más peligroso y suele tener peor pronóstico. Según el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), al año se diagnostican en España en torno a 5.500 casos de melanoma. El pronóstico del paciente dependerá, en gran medida, del estadio del tumor y de si las células cancerígenas han alcanzado órganos cercanos al lugar donde se originó el cáncer. Sin embargo, cada vez son más las investigaciones que revelan otros factores que influyen en la supervivencia de los pacientes. Uno de estos trabajos, cuyo foco está en el melanoma, se presentó en el I Congreso AEDV Virtual Otoño 2020, el pasado noviembre. Entre otras conclusiones, se observó que tener una edad superior a los 70 años supone un aumento de la mortalidad por melanoma.
¿Qué medidas sencillas pueden tomarse para protegerse del sol?
1.- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos UV solares son más fuertes entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde.
2.- Tener en cuenta el índice UV. Este dato ayuda a planificar las actividades al aire libre para evitar una exposición excesiva.
3.- Aprovechar las sombras, sin olvidar que árboles, sombrillas o toldos no protegen totalmente de la radicación solar.
4.- Usar ropas que protejan, como sombreros de ala ancha o gafas de sol con un índice de protección del 99-100%. Las prendas holgadas y de tejido tupido también protegen contra el sol.
5.- Aplicar cremas con filtro solar. Extenderla generosamente sobre la piel expuesta y repetir la aplicación cada dos horas.
6.- Proteger a los niños, ya que suelen ser más vulnerables a los riesgos ambientales. Los bebés deben permanecer siempre a la sombra.