
¿Sabías que la tos, el estornudo o el hipo son respuestas fisiológicas ante algún tipo de estímulo?
Te explicamos los motivos que hay detrás de algunas de las reacciones fisiológicas del cuerpo más comunes.
Los movimientos del cuerpo son respuestas del organismo, la mayoría involuntarias, ante algún tipo de estímulo, y son fundamentales para nuestra supervivencia. La característica principal de estos es que no podemos controlarlos completamente, es decir, no podemos terminarlos ni evitarlos de forma voluntaria. Pero, ¿qué función tienen y por qué no podemos evitarlo?
Cinco respuestas fisiológicas y sus motivos

Toser
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En el caso de la tos, se trata de un reflejo protector que ayuda a despejar las vías respiratorias cuando estas detectan mucosidad o cuerpos extraños. Se desencadena a través de unos sensores que envían señales al centro respiratorio, ubicado en el tronco del encéfalo, que coordina una respuesta dividida en dos fases: cerrar las vías respiratorias a través de una inhalación y expeler los agentes irritantes con una expulsión brusca de aire.

Estornudar
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El estornudo sigue un proceso similar a la tos, con la diferencia de que, al detectarse los agentes irritantes en la parte superior de las vías respiratorias, los sensores envían señales al cerebro, provocando la expulsión violenta de aire a través de la nariz y la boca.

Rascarse
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En esta misma línea también encontramos el reflejo de rascarse, que puede ser causado por estímulos externos (como, por ejemplo, picaduras de insectos) o condiciones internas (como alergias o enfermedades de la piel). Rascarse es el resultado de una respuesta motora que busca eliminar el agente extraño o interferir en la señal del picor que está enviando el sistema nervioso.

Tener hipo
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El hipo, otro reflejo involuntario común que ocurre cuando el diafragma se contrae de manera súbita y repetitiva, obtiene como respuesta una inhalación rápida de aire seguida del cierre abrupto de las cuerdas vocales, provocando el sonido típico de este movimiento. Sus causas varían mucho, desde haber ingerido con demasiada prisa hasta una respuesta a situaciones de estrés o excitación emocional repentina que altera el control nervioso del diafragma.

Bostezar
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Finalmente, el bostezo es el menos conocido de estos estímulos. A diferencia de todos los anteriores, no está relacionado con la expulsión de agentes irritantes. Su función exacta se desconoce, aunque existen varias teorías relacionadas con la regulación de la temperatura cerebral, la oxigenación o incluso la adaptación de una respuesta fisiológica animal que transmite la necesidad de actividad o preparación para un cambio de estado.