¿Por qué suceden las inundaciones y qué zonas son más susceptibles?

¿Por qué suceden las inundaciones y qué zonas son más susceptibles?

Cuando el agua inunda un terreno que normalmente está seco se produce una inundación. Te contamos cuáles son los factores de riesgo y dónde son más frecuentes.

POR Àngela Zorrilla | 23 Diciembre 2024

Las inundaciones son un fenómeno natural bastante habitual que se produce cuando el agua se desborda y ocupa tierras que, generalmente, están secas. Es, por lo tanto, un desbordamiento de agua provocado por un exceso que ni el suelo ni los sistemas de drenaje pueden absorber.  Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, cada año, las inundaciones causan en el mundo daños valorados en más de 38.000 millones de euros

Desastres naturales como las inundaciones provocan efectos directos a corto plazo en la salud de las personas, pero también tienen consecuencias económicas y medioambientales. Los expertos estiman que, debido en gran parte al cambio climático, las inundaciones serán cada vez más frecuentes y peligrosas. Hay inundaciones que tardan horas en desarrollarse y otras que se generan de forma súbita. Las inundaciones repentinas suelen ser mucho más peligrosas y pueden, por ejemplo, desbordar un río y arrastrar todo a su paso corriente abajo. 
 

Causas habituales de las inundaciones

Existen diversas causas que producen las inundaciones, como la lluvia intensa, el deshielo o la invasión del mar. Todas son causas naturales en las que influyen el tipo de lluvia, la orografía o vegetación del lugar, las condiciones de humedad del suelo u otros aspectos. En función de estos factores, una zona o región tendrá mayor o menor probabilidad de sufrir una inundación. 

  1. La causa principal de una inundación es la lluvia. Los temporales y los episodios de lluvias intensas provocan una escorrentía superficial. Y es que los suelos se saturan al no poder almacenar más agua.
     
  2. Otro de los factores que puede provocar una inundación es el desbordamiento de un río. La crecida de un río, cuando se dan fuertes y continuadas precipitaciones, puede ser catastrófica. Esto sucede, por ejemplo, en zonas de clima tropical o en el Mediterráneo, donde es más común el desbordamiento de un río, debido a las fuertes lluvias o a deshielos y fenómenos meteorológicos como la gota fría, también conocida como DANA (depresión aislada en niveles altos). Este fenómeno atmosférico provoca una gran inestabilidad meteorológica que deriva en un descenso de las temperaturas y la llegada de tormentas e inundaciones. Aunque las DANA pueden producirse en cualquier lugar de España, suelen ser más peligrosas cuando se originan sobre el Mediterráneo, como la que se experimentó en muchas zonas de Valencia en octubre de 2024.
     
  3. Otro peligro relacionado directamente con las inundaciones es la ruptura de presas, que supone un gran riesgo. Cuando sucede, las grandes cantidades de agua que albergan también se desbordan e inundan las zonas cercanas de forma devastadora. 

 

Cambio climático e inundaciones

Cada vez son más los estudios que relacionan el fenómeno de las inundaciones (y su aumento y fuerza) con el cambio climático. De hecho, estos efectos son ya muy notables en algunas zonas costeras y en el Mediterráneo. El cambio climático y sus efectos aumentan la intensidad y la frecuencia de las lluvias extremas y, con ello, el riesgo de sufrir inundaciones. 

Por eso, cobra vital importancia que científicos y gobiernos diseñen estrategias de prevención y adaptación adecuadas, como, por ejemplo, una planificación urbana sostenible. El calentamiento global, además, ayuda a que los huracanes se desplacen más lentamente y, por consiguiente, dejen caer más lluvias. Paralelamente, el derretimiento de los glaciares hace que el nivel del mar aumente y, con él, el riesgo de inundaciones crónicas. 

Por todo esto, el cambio climático es un factor determinante que aumenta la frecuencia y la intensidad de las inundaciones, que suelen darse en países como el este de África, Pakistán o Brasil. Esas zonas han sufrido en los últimos meses lluvias torrenciales y graves inundaciones, con heridos y miles de daños materiales. También empiezan a ser más notables las tormentas similares a los huracanes y los tifones en las regiones mediterráneas, como Grecia, Bulgaria o España. Según datos de Oxfam Intermón, las inundaciones y sequías en los diez países más afectados —Somalia, China, Filipinas, Etiopía, India, Brasil y Bangladesh— se han disparado. En 2013 eran solo 24. En 2023, 656. 

Aunque estos episodios naturales no se pueden evitar totalmente, sí hay ciertas medidas que ayudan a minimizar sus daños, como una gestión adecuada del agua o una planificación urbanística óptima. En definitiva, comprender por qué y cómo se produce una inundación es importante para mitigar su impacto en la población y su entorno.
 

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