Cómo diferenciar los distintos tipos de tos

Cómo diferenciar los distintos tipos de tos

En esta época del año, afloran los resfriados y los catarros, y la tos es uno de sus síntomas más claros. Aprende a tratarla o aliviarla según los tipos de tos que existen.

POR Àngela Zorrilla | 17 Enero 2025

La tos es uno de los mecanismos de defensa del cuerpo más habituales y normales durante el invierno. Es, además, uno de los síntomas asociados a los catarros o resfriados y sirve para evitar que partículas extrañas, mocos o microorganismos entren en el cuerpo por las vías respiratorias. Es decir, su función es evitar males mayores.


Es, por lo tanto, un reflejo involuntario del cuerpo que mantiene las vías respiratorias despejadas y limpias para poder respirar correctamente. Se produce por un exceso de moco, sequedad, mucosa en la laringe, la tráquea o los bronquios, o por acumulación, entre otras, de sustancias químicas. 


En esta época del año, las consultas médicas reciben muchos pacientes con tos. Así que sí: es necesario protegerse ante una enfermedad respiratoria, por ejemplo, evitando los cambios bruscos de temperatura o limpiando las superficies en profundidad para evitar ataques de alergia. Y es que estas patologías pueden acabar derivando en un molesto cuadro de tos. 

¿Qué tipos de tos existen?

La tos se puede clasificar en distintas tipologías, y no todas son alarmantes para la salud. Los tipos de tos más comunes son:

  1. Tos seca o improductiva: es el tipo de tos causado por infecciones víricas o alergias que producen irritación. 
  2. Tos productiva: este tipo de tos va acompañado de mucosidad y expectoración.
  3. Tos crónica o aguda: cuando la tos se alarga más allá de tres semanas se considera crónica. 
  4. Tos psicosomática: este tipo de tos no tiene un origen vírico y se da por nerviosismo o tics.

Si la tos dura más de ocho semanas, se tose sangre o hay episodios de fiebre alta, es importante consultar inmediatamente con el médico de confianza. También hay que comunicar al médico si se está débil para caminar o hablar o cuando la tos interfiere en el sueño.

 

Cómo aliviar la tos seca

La tos improductiva, también conocida como tos seca, es la que no produce mucosidad. Pese a no generar moco, sí suele ser muy molesta e irritativa. Además, al toser se produce más irritación y así se agrava el problema. Suele ir de la mano de una inflamación o infección de la garganta o de las vías respiratorias altas, como un resfriado o una gripe, pero también podría deberse a alergias y otras patologías, como el reflujo, el asma o la sinusitis. 


Este tipo de tos puede durar varias semanas y para aliviarla es importante garantizar una buena hidratación, bebiendo agua, caldos o zumos. Se recomienda, además, mejorar el ambiente mediante el uso de humidificadores. En cuanto a la medicación, para tratar la tos improductiva se recetan fármacos antitusígenos que calmen o eliminen la tos.

 

Cómo aliviar la tos productiva

La tos productiva es aquella que sí viene acompañada por una abundante mucosidad, sea en las vías respiratorias o en la garganta. Esta mucosidad, a veces, se podrá expulsar fácilmente al toser. En otras, costará mucho eliminar el exceso de mocos


Es, por lo tanto, el tipo de tos más fácil de identificar y, una vez se eliminan las flemas, suele desaparecer. Y es que, al toser, la mucosidad se va eliminando poco a poco. Para aliviar la tos productiva se recetan fármacos mucolíticos o expectorantes, que facilitan, entre otras cosas, la expulsión del esputo.

 

La tos en los niños

Es necesario conocer las causas y los diferentes tratamientos para la tos en niños, que, en ocasiones, puede variar de la de los adultos. Si un niño pequeño presenta tos persistente, es importante consultar con un pediatra para determinar la causa y el tratamiento adecuado. Además, es necesario estar atento a otros síntomas, como fiebre, dificultad para respirar o dolor en el pecho.


En el caso de los niños, la mejor estrategia para prevenir la tos es mantener una buena higiene, con el lavado constante de las manos, y evitar el contacto directo con otras personas enfermas. También se recomienda mantener una buena hidratación, seguir una dieta rica en vitaminas y asegurar un ambiente libre de polvo y humo. 

 

Remedios caseros para aliviar los ataques de tos

  • Tomar pastillas para la tos o caramelos duros.
  • Darse una ducha de vapor para aumentar la humedad en el aire.
  • Utilizar humidificadores en las habitaciones principales.
  • Beber suficientes líquidos que ayuden a diluir el moco.
  • Evitar el tabaco y el alcohol.
  • Evitar las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura.
  • Ventilar correctamente las habitaciones y mantener los ambientes limpios.
     


En definitiva, durante los meses de invierno es habitual que las consultas se llenen de pacientes con ciertas enfermedades temporales, como la gripe y los resfriados. Junto a ellas, la tos es otra de las estrellas en las consultas. Aprender a prevenir estas infecciones es importante para mantener una buena salud, aunque el frío apriete. 

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