
Embarazo en verano: consejos para el último trimestre
Para sobrellevar el calor durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre, es crucial priorizar la hidratación y hacer actividades suaves y en ambientes frescos.
Las altas temperaturas y el calor excesivo pueden suponer un desafío para las mujeres embarazadas. “Durante la gestación existe una tendencia natural a la vasodilatación, lo que favorece la sensación de mareo, fatiga y bajadas de tensión”, explica Javier Sánchez, ginecólogo y obstetra del hospital HLA La Vega de Murcia. “También aumenta el riesgo de deshidratación y edemas, especialmente en piernas y tobillos”.
Las consecuencias en el estado físico y anímico de las mujeres embarazadas se acentúan sobre todo durante el último trimestre de gestación, debido a que sus cuerpos aumentan de peso y retienen más líquidos. “En el tercer trimestre, el cuerpo de la mujer experimenta una mayor sobrecarga circulatoria y metabólica. El útero, ya muy voluminoso, puede comprimir vasos abdominales y dificultar el retorno venoso, favoreciendo edemas o sensación de pesadez. Además, el riesgo de parto prematuro está más presente, por lo que es crucial evitar situaciones de estrés térmico o deshidratación que puedan desencadenarlo”, alerta el ginecólogo.
En términos generales, se recomienda a las mujeres embarazadas que durante los meses de verano eviten la exposición prolongada al sol, se mantengan hidratadas y descansen con frecuencia en lugares frescos. También conviene vigilar la tensión arterial y los síntomas de alarma, como cefaleas persistentes, visión borrosa o contracciones prematuras.
Aunque es común que el calor cause malestar o incomodidad en las mujeres embarazadas, es posible asegurar un embarazo saludable y, a la vez, disfrutar del verano. Hay formas para evitar, en gran medida, la parte negativa de los meses calurosos del año.
El especialista en ginecología Javier Sánchez destaca las principales indicaciones para garantizar un mayor bienestar durante la gestación:
10 consejos para un embarazo saludable en épocas calurosas

Buena hidratación
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Especialmente en el último trimestre de embarazo, es frecuente que las mujeres experimenten sudores a lo largo del día y la noche. Es por eso que es fundamental mantenerse hidratadas, “procurando beber al menos dos litros de agua al día para evitar la deshidratación y sus posibles consecuencias”. Una buena opción es llevar siempre encima una botella de agua, para combatir así la deshidratación.

Evitar una exposición solar prolongada
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Es importante evitar la exposición solar prolongada, sobre todo en las horas centrales del día (entre las 10 y las 16 h), y protegerse adecuadamente del sol. Cuando estén al aire libre, se recomienda que opten por espacios con sombra, utilizar un sombrero de ala ancha y gafas de sol o darse duchas frías que pueden ayudar a bajar la temperatura corporal.

Cuidado de la piel
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Durante el embarazo, la piel puede volverse más sensible. Para cuidarla es esencial el uso de protector solar con un alto factor de protección y replicarlo cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar.

Vestimenta cómoda
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A la hora de vestirse, es conveniente optar por la comodidad y evitar ropa ajustada, especialmente en las piernas, para no obstruir el retorno venoso. “La ropa debe ser ligera, preferiblemente de tejidos naturales como el algodón o el lino, y el calzado cómodo para favorecer la circulación”.

Alimentación equilibrada
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Se aconseja una alimentación ligera y rica en frutas y verduras de temporada, que aportan agua y minerales esenciales. Se recomienda reducir el consumo de sal para evitar la retención de líquidos, eludir las comidas copiosas o muy grasas y distribuir la ingesta en varias tomas al día.

Actividad física
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“Siempre que no exista contraindicación médica, el ejercicio moderado es muy beneficioso en el embarazo”. Sin embargo, durante la época estival, es positivo practicar actividades suaves y escoger horarios más frescos, como caminar a primera hora del día o al atardecer, practicar yoga y posturas para embarazadas o nadar en piscinas bien mantenidas.

Fatiga y cansancio
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Si se realizan desplazamientos o caminatas, conviene hacer pausas frecuentes para descansar, especialmente si sienten sensación de fatiga o pesadez. En caso de que aparezcan edemas en las piernas o los tobillos, es recomendable elevar las piernas al descansar o utilizar baños con agua fría que alivien la hinchazón.

Buena rutina de sueño
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Se debe garantizar un buen descanso, con frecuencia y en lugares frescos. Mantener el dormitorio ventilado, tomar siestas cortas y seguir una rutina de sueño regular pueden contribuir a mejorar el descanso durante las vacaciones veraniegas.

Controles médicos recomendados
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En todas las etapas del embarazo, es esencial mantener un seguimiento médico regular, “especialmente en mujeres con factores de riesgo como hipertensión, diabetes gestacional o antecedentes de parto prematuro, para garantizar que todo evoluciona con normalidad”. Llevar un registro médico actualizado ayudará a detectar cualquier cambio inusual que pueda requerir atención.

Baños en la playa y piscinas
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El médico explica que, siempre que el agua esté bien mantenida, no existe una contraindicación general para bañarse en piscinas o playas durante el embarazo. No obstante, a partir del tercer trimestre, conviene extremar la precaución, especialmente si hay dilatación del cuello uterino, pérdida del tapón mucoso o antecedentes de infecciones vaginales: “Lo ideal es evitar aguas estancadas o contaminadas y siempre ducharse después del baño”.