¿Cuando empezarán a bajar las temperaturas? El futuro del clima y las propuestas de mejora

¿Cuando empezarán a bajar las temperaturas? El futuro del clima y las propuestas de mejora

Junto a los eventos climáticos extremos, los veranos que están por venir empezarán antes y terminarán más tarde, acortando hasta prácticamente hacer desaparecer las estaciones templadas.

POR Joan Miquel Mas Salom | 09 Octubre 2024

El verano de 2024 ha sido el más caluroso desde que se tienen registros. Esta afirmación es la que se desprende de los resultados ofrecidos por el Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS) de la NASA, que demuestran que los meses de junio, julio y agosto de 2024 han estado 0,1 ºC por encima de la media desde que se tienen registros en todo el planeta. Al mismo tiempo, la situación en España ha sido similar, con el agosto más cálido del que se tiene registro, llegando a una temperatura media de 25 ºC y superando así el máximo histórico de 24,3 ºC del mismo mes, en 2023, y situándose 2 ºC por encima de la media histórica, tal como ha confirmado la AEMET.
 
Esta situación confirma la tendencia hacia veranos más cálidos de la que las principales agencias meteorológicas llevan avisando. Si revisamos la tendencia en los últimos diez años, vemos cómo desde 2014 se ha aumentado la temperatura media estival en 2,1 ºC. Según los datos ofrecidos por la AEMET, la tendencia hacia veranos más cálidos y extremos parece la más plausible. Además, alertan, la llegada de temperaturas anómalamente altas tanto en los meses de mayo como en septiembre y octubre nos hacen ver que no solamente hará más calor, sino que lo hará durante más tiempo.

  

El Mediterráneo, en riesgo

Frente a esta situación, la Unión Europea ha identificado al Mediterráneo como una de las regiones más vulnerables al cambio climático, y ha definido un conjunto de prioridades y acciones para mitigar sus efectos. Según el Marco sobre clima y energía para 2030, la UE busca reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050.

 

 

Por esta razón, el Comisionado Europeo para el Mediterráneo ha determinado como sus prioridades principales la adaptación al cambio climático, desarrollando planes de protección de costas y de adaptación de las infraestructuras a episodios climáticos extremos, y la transición energética hacia un modelo más eficiente, para lo cual se han realizado numerosas inversiones en tecnología y programas de instalación de generadores eléctricos a partir de fuentes renovables. Además, han impulsado iniciativas que no solo buscan mitigar los efectos del cambio climático, sino también preparar a la región para un futuro en el que los veranos largos y calurosos sean la norma.
 
Entre estas iniciativas se encuentran el fomento de las energías renovables, especialmente en regiones vulnerables; la protección de los ecosistemas marinos y costeros, incluyendo una vigilancia especial de las praderas de posidonia o los arrecifes de coral, imprescindibles para el normal funcionamiento de los hábitats marinos; una nueva planificación urbana y gestión del agua, con más zonas verdes e infraestructuras que sirvan de refugio climático, así como la modernización de sistemas de riego y la reutilización del agua ante posibles períodos de escasez, y el impulso a un turismo sostenible, reduciendo el impacto ambiental y los residuos que genera esta actividad.
 
Con todo, la aplicación y resolución de estas medidas solo puede hacerse efectiva mediante un compromiso claro y una mejora de la cooperación regional e internacional. Si queremos paliar los efectos de un aumento seguro de las temperaturas, es necesario no perder el tiempo.

 

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