Fatiga de decisión: por qué nos cuesta más tomar decisiones por la tarde
¿Por qué a veces nos cuesta tanto tomar decisiones como elegir qué cenar o qué película ver antes de dormir? Descubre cómo te está afectando la fatiga de decisión.
La toma de decisiones es una parte esencial de nuestra vida, y aunque solo las más significativas acaben perdurando en nuestra memoria, la realidad es que llegamos a tomar más de 35.000 decisiones en un solo día, según afirma Eva Krockow, profesora de la Universidad de Leicester. Muchas son automáticas, pero las que implican procesos mentales controlados, por muy banales o aparentemente insignificantes que puedan resultar, actúan a modo de contador regresivo, disminuyendo nuestras reservas de energía mental durante la jornada, hasta poder agotarlas. Eso explicaría por qué nos cuesta más tomar decisiones por la tarde.
¿Qué es la fatiga de decisión?
La fatiga de decisión, un término acuñado por el psicólogo social Roy F. Baumeister, se produce cuando existe una sobrecarga mental que dificulta tomar decisiones con claridad. Aunque no esté considerado un trastorno psicológico, sí afecta a una gran mayoría de personas en su día a día. Esta afección puede acarrear síntomas físicos y mentales, como la procrastinación, la fatiga o falta de fuerza de voluntad, que pueden tener como consecuencia la toma de decisiones impulsivas o, por el contrario, postergadas indefinidamente.
Quizás el concepto se entienda mejor mediante el siguiente caso de estudio: el comportamiento de los usuarios en las plataformas de streaming. La oferta de películas y series que podemos ver en las plataformas (por ejemplo, justo después de cenar) puede pasar de ser emocionante a convertirse en una gran fuente de estrés. Y el resultado es algo que reconocerás con facilidad: los usuarios abandonan Netflix tras horas de indecisión sin haber consumido ninguno de los contenidos a la carta o eligen uno cualquiera sin valorar el contenido.
Guía exprés para combatir la fatiga de decisión
Toma las grandes decisiones por la mañana
1 de 6
Sabemos que al tratarse de un fenómeno acumulativo, tendremos mayor fuerza de voluntad y claridad mental a principios del día; por tanto, debemos utilizar esto a nuestro favor para tomar las decisiones más importantes nada más levantarnos.
Minimiza la cantidad de decisiones
2 de 6
Como ya hemos observado, barajar muchas posibilidades puede ser un problema. Una buena idea es preparar un menú semanal para evitar tener que gastar energía eligiendo qué cocinar cada día. A alto nivel, algunos CEO, como Bill Gates o Mark Zuckerberg, utilizan el mismo atuendo para acudir al trabajo, con el objetivo de minimizar su gasto de energía.
Descansa
3 de 6
Asegúrate de hacer pausas durante la jornada laboral y dormir al menos 8 horas para recargar la energía mental. Establecer una hora para levantarte, una ruta fija para ir al trabajo o un momento para ir al gimnasio puede ayudar a regular tu descanso.
Autocuidado
4 de 6
No te abandones. Realiza ejercicio de forma regular, cuida tu dieta y regálate momentos de ocio y relax. Si nos sentimos bien, reduciremos las posibilidades de caer en la fatiga de decisión.
Prioriza y anticipa
5 de 6
Una técnica que puede resultar muy beneficiosa consiste en dedicar un rato a planificar nuestra semana. De esta forma priorizaremos y nos anticiparemos a aquellas tareas y decisiones que tendremos que afrontar, tomándolas de antemano.
Delega
6 de 6
No intentes controlarlo todo, cargar siempre con la responsabilidad no es sano. Aprender a delegar puede resultar muy beneficioso para nuestras reservas de energía y salud mental.