Así se optimiza el servicio de urgencias
Gracias a los sistemas de cribado, se puede determinar la prioridad en la atención de cada persona y evitar el colapso y las largas esperas.
Los servicios de urgencias hospitalarios (SUH) son uno de los pilares indiscutibles del sistema sanitario en España. Según datos del Ministerio de Sanidad, los hospitales del Sistema Nacional de Salud atienden, aproximadamente, 23.000 urgencias al mes. A esta cifra hay que añadirle las consultas recibidas en los centros hospitalarios privados, que son cada vez más habituales, e incluso en los domicilios. Otro dato: en 2021 se atendieron 21 millones urgencias hospitalarias según el Sistema de Información Sanitaria.
“La atención de urgencia es un elemento esencial de la cobertura sanitaria”, explicaba Tato Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) durante la 72.ª Asamblea de la Organización Mundial de la Salud. Añadía que, para muchas personas, constituye, además, el primer punto de contacto con el sistema de salud.
¿Cuál es el papel de los Servicios de Urgencias Hospitalarios (SUH)?
Los SUH tratan la aparición de un problema de salud por diversas causas y con distintos grados de gravedad y que, generalmente, requiere de un diagnóstico y tratamiento inmediato. Actualmente, todas estas zonas cuentan con profesionales altamente capacitados para actuar en situaciones críticas. En urgencias la afluencia de pacientes nunca cesa y, al ser consultas no programadas, es vital aprender a priorizar bajo un criterio eficaz y universal. Es entonces cuando cobra crucial importancia el área de triaje, fundamental en las zonas de las urgencias. Es aquí donde se lleva a cabo la valoración inicial del riesgo clínico de los pacientes y se determina su nivel de urgencia. Tener este conocimiento inicial permite, a su vez, asignar a las personas los recursos que necesiten en ese momento.
Para no malgastar esos recursos, también resulta indispensable que la ciudadanía los use de manera correcta. Son muchos los expertos que reclaman fomentar mayor educación sanitaria en la población que, entre otros aspectos, ayude a reconocer los síntomas que requieren intervención urgente o saber cuándo es mejor acudir primero a otros servicios sanitarios.
El cribaje en una situación crítica
En las últimas décadas se ha dado un aumento importante de los sistemas de triaje; es decir, de métodos que ayudan a evaluar a los pacientes que esperan a ser atendidos en las zonas de urgencias hospitalarias. En España, uno de los sistemas más implantados es el SET (Sistema Estructurado de Triaje). Este se basa en cinco niveles de priorización y está dotado de un programa informático de ayuda a la decisión clínica válido para servicios de urgencias hospitalarias, pero también para el triaje telefónico o de atención primaria. Es un modelo frecuente y que sirve para evaluar tanto a pacientes adultos como para las urgencias pediátricas. Por otro lado, es muy habitual en los centros sanitarios españoles el MTS, conocido como el triaje Manchester.
Ambos modelos se basan en la urgencia de la consulta y los lleva a cabo el equipo de enfermería, quien, puntualmente, se apoya en el equipo médico del centro. Se trata de métodos adaptados para establecer el tiempo de visita o el índice de ingreso y ayudan a descongestionar la puerta de urgencias de un hospital. Todo gracias a la implantación de algoritmos clínicos. Es decir, sistemas como el triaje Manchester mejoran el flujo de los pacientes dentro de urgencias y permiten atender a los pacientes en función de su gravedad y no por el orden de llegada al centro sanitario.
En particular, el triaje Manchester es uno de los tipos de cribado más conocido y utilizado en los centros de salud europeos y del mundo. Introduce el concepto de categoría sintomática y discriminantes, además de un posible cribado telefónico. Este método de uso internacional se basa en una clasificación por colores que indican la gravedad de los pacientes y, por lo tanto, establece la prioridad de la atención. Se establecen cinco etapas y cada una de ellas tiene asociado un riesgo mayor o menor. Además, este sistema, que se ha ido modificando a lo largo de los años, también identifica el tiempo máximo que debería pasar hasta que el médico atienda a ese paciente.
Otros sistemas de triaje
Más allá de estos dos sistemas comunes en el sistema sanitario español, también se reconocen internacionalmente otros modelos como la Escala de Triaje Austroasiática (ATS, según las siglas en inglés), la Escala Canadiense de Triaje y Severidad (CTAS, según las siglas en inglés) o el Índice de Severidad de Emergencias (ESI, según las siglas en inglés). Y, a todos estos métodos, hay que sumarles la implantación, cada vez más habitual, de la inteligencia artificial en los centros sanitarios. Así, por ejemplo, existen aplicaciones y programas basados en la IA, como Mediktor, que ayudan, precisamente, a realizar el triaje en Urgencias.