España encabeza el consumo mundial de benzodiacepinas

España encabeza el consumo mundial de benzodiacepinas

Las benzodiacepinas son un medicamento del grupo de los hipnosedantes que se suelen recetar como relajante muscular y solución a los problemas para conciliar el sueño debido a su efecto ansiolítico.

POR Àngela Zorrilla | 31 Enero 2024

Son muchas las personas en España que padecen de insomnio o de ansiedad y que son tratadas con benzodiacepinas, un medicamento con propiedades ansiolíticas y relajantes de la familia de los hipnosedantes. Su formulación química lo convierte en un agente depresor del sistema nervioso que actúa de forma selectiva aportando al paciente una sensación de calma y tranquilidad similar a la que originan algunas drogas. Actualmente, la mayoría de este tipo de medicamentos están prescritos por médicos y profesionales de la salud. Por eso mismo, se complica su control.

 

Un riesgo para la salud

El desarrollo de las benzodiazepinas comenzó en el año 1950 y fue en 1960 cuando se patentó la primera de ellas, el metaminodiazepóxido. Poco después, en 1963, se patentó el diazepam, un fármaco de más potencia ansiolítica y mayor efecto relajante muscular. En la actualidad, las benzodiacepinas tienen —como la mayoría de medicamentos— efectos secundarios. 

No aparecen en todos los casos ni todos los pacientes los notan con la misma intensidad, pero este tipo de hiposedantes pueden generar somnolencia, especialmente en los primeros días de tratamiento, pérdida de orientación, debilidad, náuseas, dolor de cabeza, taquicardia, dificultades de memoria e incluso lentitud del habla. 

Además, el problema adquiere gravedad cuando los pacientes generan tolerancia al medicamento y van escalando su dosis hasta llegar a la adicción que, en la mayoría de ocasiones, cuesta mucho de detectar por la propia persona.

 

Las cifras, en aumento

Su peligro es claro: pueden provocar adicción. De hecho, a principios de 2023, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) ya alertaba que España es el país del mundo con un mayor consumo de benzodiacepinas. 

Hace años que estas cifras son preocupantes; en 2020, por ejemplo, se consumieron en España casi 110 dosis diarias por cada 1000 habitantes. Bélgica, con 84 dosis, le sigue en segunda posición, y países como Alemania se alejan por completo de este problema de salud con un porcentaje de 0,04 dosis diarias. 

Según los últimos datos de la encuesta EDADES 2022, el consumo de hipnosedantes con o sin receta se ha incrementado en el último año, corroborando una tendencia creciente desde 2018 hasta alcanzar un 23,5 %. El año pasado, el 13,1 % de las personas de entre 15 y 64 años los consumió alguna vez durante los últimos doce meses, una proporción que aumenta hasta el 16 % entre la población femenina.

 

benzodiacepinas grafico

 

 

¿Cómo afecta una dosis alta de este ansiolítico?

La competitividad, los problemas de salud mental derivados de la pandemia, el estrés o el ritmo de vida actual son algunos de los factores que podrían explicar este alto consumo. La sociedad recurre a la química y a este tipo de medicamentos para desconectar de su rutina. 

Las benzodiacepinas, entre las que se encuentran el diazepam, lorazepam, clonazepam o alprazolam, calman o sedan a las personas y son la forma más rápida de tratar la ansiedad o el insomnio, aunque normalmente no se trata de la mejor ni la única solución. En otras ocasiones, se recetan para contrarrestar los efectos de algunas drogas como la cocaína, pero si este consumo se prolonga  más tiempo del aconsejado puede dar lugar a posibles dependencias. 

Y es que las benzodiacepinas afectan al cerebro modificando la respuesta neuronal de la persona: primero causarán un efecto rebote al terminar su acción; después, aumentará la tolerancia y generarán abstinencia. En ese momento se puede iniciar un episodio de dependencia, es decir, de la necesidad e imposibilidad de controlar el deseo de consumir este medicamento.

 

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