La ergonomía: una aliada contra la tendinitis y otras lesiones de oficina
Estar muchas horas sentados delante del ordenador puede pasarnos factura a largo plazo. Descubre cómo prevenir e identificar las principales lesiones de oficina para disfrutar de una buena salud laboral.
Las condiciones de trabajo modernas afectan gravemente a nuestra salud de manera silenciosa, pero significativa, ya que nuestro cuerpo no está diseñado para el sedentarismo propio de una jornada de oficina. Esta inactividad, que puede resultar inofensiva a primera vista, combinada con una postura inadecuada y movimientos repetitivos, como teclear durante horas, favorece el desarrollo de lesiones musculoesqueléticas, además de repercutir negativamente en nuestra circulación, salud visual y bienestar general. Una investigación de la Clínica Cleveland reveló que estar sentados más de seis horas al día es tan perjudicial como fumar un paquete de tabaco diario, por lo que realizar descansos regulares durante la jornada para levantarnos y caminar es fundamental para combatir las consecuencias del sedentarismo.
Además de incorporar pausas regulares a tu jornada, una correcta higiene postural es la clave para prevenir las lesiones más comunes en el entorno de oficina. Para ello, es crucial que nuestro espacio de trabajo sea ergonómico, es decir, que esté diseñado para adaptarse a nuestras necesidades individuales y favorezca una postura saludable. Una vez instalados en nuestro escritorio, debemos ajustar correctamente la altura de la silla y la pantalla, de manera que los pies queden firmemente apoyados en el suelo, con las piernas formando un ángulo de 90 grados. Además, el monitor debe estar a la altura de los ojos para evitar forzar el cuello, y los brazos deben descansar de forma natural sobre la mesa, sin necesidad de elevarlos ni inclinarlos.
Si no se cumplen estos requisitos mínimos, estaremos expuestos a padecer una o varias de las siguientes enfermedades profesionales:
Las cuatro lesiones más frecuentes en la oficina
Dolor cervical
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También llamado cuello de oficinista, este malestar hace referencia al dolor que se produce entre la base del cráneo y la parte superior de la columna, debido a anomalías en las partes blandas de los músculos, discos, nervios y articulaciones. Su origen suele ser una mala postura mantenida durante un largo periodo de tiempo, como haber permanecido encorvados sobre el portátil durante largas horas o no tener bien ajustado el monitor para que quede a la altura de los ojos.
Tendinitis
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Se trata de la inflamación de los tendones. Aunque puede manifestarse en cualquier músculo del cuerpo, en oficinistas las tendinopatías más comunes son aquellas de muñecas y codos (epicondilitis), ahora también popularmente conocida como codo de programador. Entre sus principales síntomas se encuentran la aparición de dolor sordo, hinchazón y sensibilidad en el área afectada. Suele producirse a causa de un movimiento repetitivo, como teclear excesivamente sin realizar las pausas necesarias.
Síndrome del túnel carpiano
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Se produce cuando el nervio mediano, responsable de la sensibilidad y el movimiento en partes de la mano, se pinza o se comprime. Aquellas personas que lo padezcan podrían experimentar entumecimiento y hormigueo en la palma o los dedos de la mano, debilidad, torpeza y dolor en la muñeca que se extiende hasta el codo.
Lumbalgia
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Afecta a la zona baja de la espalda, entre las últimas costillas y el glúteo. Sus principales síntomas son el dolor, la sensación de rigidez y la dificultad para flexionarse. Se asocia a sobrecargas posturales y puede dificultar la movilidad de aquellos que la padecen.