
Qué hacer y qué no cuando tomamos antibióticos
Los antibióticos pueden ser medicamentos agresivos para nuestro organismo si los usamos de forma indebida o en exceso. Descubre las consideraciones que debemos guardar a la hora de tomar estos medicamentos.
En los últimos años, se ha hablado mucho —y con razón— del uso y abuso de los antibióticos. Los conocemos, nos los han recetado a todos alguna vez, pero ¿tenemos claro cuándo son realmente necesarios y cómo debemos tomarlos? Lo cierto es que, aunque estos medicamentos son poderosos aliados frente a ciertas infecciones, su uso indiscriminado puede convertirlos en un problema, más que en una solución. Entender cómo funcionan y cuál es su propósito es el primer paso para cuidar de nuestra salud.
¿Qué son los antibióticos?
Los antibióticos son medicamentos esenciales para tratar infecciones causadas por bacterias. Actúan eliminándolas o impidiendo su proliferación, facilitando así la recuperación del organismo.
Sin embargo, no son eficaces frente a infecciones virales, como la gripe o el resfriado común. Su uso inadecuado en estos casos no solo resulta ineficaz, sino que puede generar efectos adversos graves. Uno de los más preocupantes es el desarrollo de resistencia bacteriana: cuando las bacterias se adaptan y se vuelven más difíciles de tratar, minimizando el efecto de los fármacos existentes y aumentando el riesgo para la salud individual y colectiva.
Es fundamental confirmar que una infección es de origen bacteriano antes de iniciar un tratamiento con antibióticos, y en ningún caso debemos automedicarnos. Hacer un uso responsable de estos medicamentos es una forma de proteger nuestra salud y la de toda la comunidad.
Qué cosas sí hacer cuando tomamos antibióticos
- Sigue el prospecto al pie de la letra: Es importante respetar el horario de la toma y la cantidad especificada. Debemos tomar el antibiótico con el intervalo exacto de horas para asegurar un efecto homogéneo a lo largo del día.
- Toma probióticos: Los antibióticos pueden modificar la flora intestinal y la microbiota. Tomar probióticos puede ayudar a prevenir la diarrea asociada al tratamiento y reducir el riesgo de infecciones como la candidiasis.
- Toma los antibióticos con agua: No los tomes con lácteos o zumos, ya que puede afectar a su absorción.
- Almacenar correctamente: En un lugar fresco y seco fuera del alcance de los más pequeños.
- Consultar al médico cualquier duda: Si los antibióticos provocan efectos secundarios o inesperados, consúltalo con tu médico inmediatamente.
Los antibióticos son medicamentos muy útiles para combatir infecciones bacterianas, y, bien utilizados, salvan vidas, pero su uso indebido puede tener consecuencias graves. La resistencia bacteriana es un problema de salud global, y cada uno de nosotros puede contribuir a frenarla con decisiones responsables. Cuidar de nuestra salud también es cuidar de la de nuestra comunidad.