
¿Cómo y cuándo tomar bebidas isotónicas?
Las bebidas isotónicas ayudan a hidratar y reponer sales minerales después de realizar un ejercicio de larga duración. Descubre en qué momentos son realmente necesarias.
Existen muchos mitos acerca de las bebidas isotónicas, como, por ejemplo, que ayudan a tratar la gastroenteritis. Las bebidas isotónicas están diseñadas para apoyar el rendimiento deportivo, no para uso médico. Según las pautas de la OMS, en casos de diarrea graves y/o vómitos se requieren soluciones de rehidratación oral (SRO), las cuales tienen una composición mineral distinta a las bebidas isotónicas.
Bebidas isotónicas: ¿qué son?
Las bebidas isotónicas tienen una cantidad de minerales, es decir, una osmolaridad, igual que la sangre: 300 mOsm/L. Son también conocidas como bebidas para deportistas, pues ayudan a acelerar la recuperación durante y después de realizar ejercicio físico intenso.
Aportan hidratación, entre un 6 y un 9% de hidratos de carbono de rápida absorción (generalmente en forma de glucosa y fructosa) y electrolitos como el sodio, el cloro, el potasio y el magnesio. Los electrolitos son sales minerales, sustancias que tienen un papel regulador en el organismo, ya que ayudan a mantener el equilibrio entre el líquido que hay dentro y fuera de las células. Si bien muchos alimentos –como los vegetales, la sal, los lácteos o las legumbres– aportan electrolitos, las bebidas isotónicas están formuladas con la concentración óptima para reponer eficazmente las pérdidas que se producen durante el ejercicio. Su composición favorece, además, una fácil asimilación.
Cuándo tomar bebidas isotónicas (y cuándo no)
Ahora que ya sabes para qué sirven las bebidas isotónicas, veamos en qué momento puedes beneficiarte de ellas.
Fundamentalmente, las bebidas isotónicas se toman al realizar un ejercicio de resistencia de larga duración, es decir, de más de 60 minutos. Cobran mayor importancia cuando este ejercicio se realiza en ambientes calurosos y húmedos. Ante la pérdida de sales minerales y agua a través del sudor, es posible llegar a una situación de hiponatremia. Se trata de una reducción en la concentración de sodio en sangre que puede ocasionar debilidad, dolores musculares y sensación de fatiga. Las bebidas isotónicas se toman para reponer la disminución de sodio, entre otros minerales (potasio, magnesio, etc.). Se suelen consumir tanto durante como al finalizar la carrera. La cantidad necesaria dependerá de las características individuales del atleta y de su entrenamiento, por lo que es aconsejable consultar cada caso con un dietista-nutricionista especializado en nutrición deportiva.
No obstante, el uso de bebidas isotónicas no está justificado en cualquier tipo de entrenamiento. En ejercicios de menor intensidad y duración, no es necesario el consumo de bebidas isotónicas; bastará con hidratarse con agua.
Además, tampoco es recomendable tomar este tipo de bebidas como refresco, pues no dejan de ser bebidas azucaradas que, fuera de un determinado contexto deportivo, no aportan beneficios para la salud. Es más, pueden ser perjudiciales debido a su contenido en azúcares libres, de modo que un consumo excesivo puede contribuir al aumento de peso y de ciertos trastornos metabólicos.
Estas bebidas están especialmente desaconsejadas en quienes padecen hipertensión arterial y/o problemas renales como la enfermedad renal crónica (ERC) o el síndrome nefrótico.
En conclusión, las bebidas isotónicas son una herramienta útil para personas que realizan ejercicios de resistencia prolongados, como el running, el ciclismo o el triatlón, especialmente si se practican en ambientes cálidos. En otros contextos de menor intensidad y duración, el agua es la mejor opción para rehidratarse.