
¿Qué es la luz azul de los dispositivos y cómo afecta a la vista?
La luz azul es una luz visible que produce el Sol y que también emiten las pantallas de los móviles. Puede provocar fatiga y sequedad ocular e incluso alterar el sueño.
Whatsapps, mails del trabajo, stories y reels de Instagram, películas y series de televisión... La infinidad de opciones que producen luz azul y que podemos ver a través de la pantalla del móvil, el ordenador y la tableta (sumadas a las del televisor) convierten a nuestros ojos en espectadores de imágenes en movimiento y en receptores de estímulos constantes.
El Sol produce luz azul de manera natural, pero también la emiten la mayoría de los dispositivos electrónicos con los que convivimos. En pequeñas dosis, esta luz resulta inocua, aunque la exposición prolongada (la más habitual para la mayoría, por el uso que solemos hacer de la tecnología) puede resultar dañina.
Cómo afecta la luz azul a la vista
Además de fatiga y sequedad ocular, la exposición excesiva a la luz azul tiene otras consecuencias negativas. Estas son las principales:
- Problemas que afectan a la vista. Además de la citada fatiga ocular, la luz azul puede provocar sequedad e irritación en los ojos, visión borrosa y dolor de cabeza. Algunos estudios incluso afirman que la exposición prolongada a la luz azul puede aumentar el riesgo de enfermedades oculares como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
- Insomnio. La exposición a la luz azul, sobre todo por la noche, puede alterar la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Cuando pasamos muchas horas delante de la pantalla, el cerebro interpreta la luz azul como una señal que es de día, lo que interfiere en los ritmos circadianos.
¿Podemos protegernos de la luz azul?
Sí. Adoptar determinados hábitos cotidianos ayuda a proteger nuestros ojos de la luz azul. Aquí tienes algunas recomendaciones prácticas:
Además de evitar el uso excesivo de las pantallas y hacerlo antes de acostarte, seguir estos consejos te ayudará a conciliar el sueño:
Consejos para dormir bien

Márcate un horario
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Intenta acostarte y levantarte a la misma hora cada día, incluidos los fines de semana. De esta manera, regularás mejor tu reloj biológico.

Elige un buen colchón y almohada
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El colchón debe ser firme y transpirable, y la almohada, ergonómica. Asimismo, la postura influye en la calidad del sueño. La mejor opción es dormir de lado, para mantener la columna alineada y reducir el riesgo de dolor de espalda y de cuello.

Evita las cenas copiosas
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No comas mucho antes de acostarte e intenta cenar un par de horas antes de irte a dormir, para hacer bien la digestión. También debes evitar el alcohol y las bebidas con cafeína por la noche, ya que podrían alterar tu descanso.

No hagas deporte justo antes de dormir
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Aunque la actividad física es beneficiosa y necesaria para nuestro bienestar, es mejor no hacerla poco antes de acostarte.

Relájate antes de dormir
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Si puedes, lee, escucha música relajante, medita o haz ejercicios de respiración profunda antes de acostarte.