Mano humana vendada después de la mordedura de perro. Cuidado animal y prevención de la rabia

Mordeduras de animales: guía rápida para actuar correctamente

El verano eleva el riesgo de sufrir una mordedura, y es fundamental no subestimar ninguna herida por pequeña que parezca.

POR compartir | 07 Julio 2025

Con la llegada del verano aumentan las actividades al aire libre, los viajes y el contacto con la naturaleza. Todo ello aumenta las posibilidades de cruzarse con animales, tanto domésticos como salvajes, lo que eleva el riesgo de sufrir una mordedura. Aunque muchas veces se trata de heridas superficiales, algunas pueden tener consecuencias graves, especialmente si afectan a zonas sensibles como la cara, las manos o las articulaciones, si el animal está enfermo o es salvaje o si la herida se infecta.

Además, una mordedura puede ser vehículo de transmisión de enfermedades infecciosas. En contextos silvestres o rurales —especialmente si viajamos al extranjero— el riesgo de contagio aumenta. Entre las enfermedades más preocupantes están la rabia (endémica en varios países de África, Asia y América Latina), el tétanos y diversas infecciones bacterianas (como Pasteurella, Capnocytophaga o Staphylococcus). En zonas tropicales, algunos roedores o murciélagos también pueden ser vectores de virus poco comunes pero potencialmente peligrosos. Es fundamental, por tanto, no subestimar ninguna mordedura, por pequeña que parezca. 

Pasos a seguir tras una mordedura

  1. Lava la herida inmediatamente con agua y jabón durante al menos 5 minutos. Este simple gesto puede reducir de forma significativa el riesgo de infección. Evita usar desinfectantes agresivos como alcohol o yodo directamente en heridas abiertas profundas.
  2. Controla el sangrado presionando con una gasa limpia o un paño estéril. Si el sangrado es intenso o no se detiene en 10 minutos, busca atención médica urgente.
  3. No cierres la herida por tu cuenta. Salvo indicación médica, las mordeduras suelen dejarse abiertas para drenar posibles bacterias.
  4. Consulta a un profesional sanitario cuanto antes, especialmente si:
    • El animal es desconocido, salvaje o callejero.
    • La mordedura es profunda, en la cara, las manos o cerca de articulaciones.
    • Estás en un país donde hay riesgo de rabia.
    • No recuerdas si estás vacunado contra el tétanos.
  5. Tratamiento. Tras la evaluación médica, podrían recetarte una profilaxis postexposición contra la rabia, una dosis de refuerzo de tétanos o antibióticos preventivos.

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