Qué tener en cuenta antes de empezar a correr
El ‘running’ es tendencia, pero empezar a correr sin una evaluación médica ni preparación previa puede comprometer nuestra salud.
El running está más de moda que nunca. Más allá de la actividad física, salir a correr se ha convertido en un fenómeno social que para muchos es ya un estilo de vida; una oportunidad para conocer gente, entrenar de forma conjunta o participar en carreras multitudinarias, cuyos dorsales se agotan en tiempo récord. Su popularidad se debe, en parte, a la liberación de endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que convierten el running en una actividad adictiva que nos ayuda a combatir la ansiedad, mantenernos en forma y socializar.
Sin embargo, aunque cada vez más personas se suman a esta tendencia, muchas lo hacen sin considerar los pasos previos y los riesgos que esto conlleva. El Dr. Franchek Drobnic, médico en el centro de medicina deportiva de Assistència Sanitària, enfatiza la importancia de “realizar un examen médico previo para identificar que no existe ningún problema de salud latente que el paciente desconozca, como, por ejemplo, una anomalía vascular, de corazón, respiratoria o metabólica que el deporte podría sacar a la superfície”. Desconocer estas afecciones podría ser realmente peligroso.
Por ello, desde una perspectiva médica, resulta esencial seguir ciertos pasos antes de empezar a correr. Según el Dr. Drobnic, lo ideal es “descartar que haya ninguna enfermedad de base, entender toda la estructura del deportista para ayudarle a elegir un buen calzado y material, y animarle a empezar a entrenar de una forma ordenada con alguien que le haga un seguimiento y controle su evolución”. Ignorar estas recomendaciones puede tener consecuencias: “Si el ejercicio realizado está fuera del parámetro que corresponde a la recuperación por edad del individuo, es decir, que va a correr demasiado a menudo o demasiada distancia, podría lesionarse o desalentarse por no alcanzar el objetivo deseado”.
10 consejos para empezar a correr
Estudio de antecedentes deportivos
1 of 10
El primer paso es acudir a un especialista, que hará una valoración de capacidades en base a los antecedentes deportivos. El objetivo principal de este análisis es entender el impacto que ha tenido el deporte en el desarrollo físico de una persona.
Valoración de la historia clínica
2 of 10
El médico evaluará la historia clínica y analizará los antecedentes médicos y familiares para identificar posibles patologías cardiovasculares, respiratorias o metabólicas de base. Aunque algunas de estas condiciones podrían ser incompatibles con el running sin supervisión, muchas veces el deporte puede resultar beneficioso si se realiza bajo pautas específicas y con un enfoque adaptado a las necesidades de cada persona.
Revisión médica
3 of 10
El médico realizará una valoración de medicina del deporte previa al ejercicio, con una prueba de esfuerzo que detectará si existe un problema de salud subyacente que no ha sido diagnosticado.
Análisis estructural
4 of 10
Una vez se hayan pasado todos los chequeos internos, el médico analizará si existe un problema a nivel estructural, por ejemplo, si sospecha que puede existir una alteración postural pedirá pruebas adicionales, como un estudio de la pisada. De esta manera se evitarán posibles lesiones en la rodilla, los tobillos, la cadera o la espalda en caso de tener un pie cabo, valgo…
Valoración nutricional inicial
5 of 10
Es aconsejable someterse a una valoración de ingesta nutricional antes de empezar a hacer deporte. Si se desea practicar running de modo lúdico, pero competitivo (adecuado al nivel y la edad) es muy recomendable complementar este estudio inicial con un plan nutricional completo (punto 9).
Entender las características del deporte que se quiere practicar y el medio
6 of 10
No es lo mismo correr en el gimnasio, en la calle o en la montaña. Si se hace en zonas aisladas, hay que tener en cuenta que en caso de complicaciones no existirá acceso a ser atendidos de urgencia, lo que puede suponer un riesgo para la vida. Del mismo modo, es importante ajustar el calzado e indumentaria al terreno.
Elegir un buen calzado
7 of 10
Existen muchas opciones en el mercado, sin embargo, una mala orientación en el calzado podría producir lesiones musculares y articulares por sobrecarga. Se debe valorar la postura, el apoyo de los pies y si se necesita el uso de plantillas.
Plan de entrenamiento
8 of 10
No es lo mismo empezar a hacer una actividad de cero que partir de una vida deportiva activa. Los objetivos deben estar adaptados a las condiciones físicas de cada individuo. Lo ideal es contar con un entrenador que oriente y realice un seguimiento del progreso.
Plan nutricional
9 of 10
El plan nutricional se elabora en función de la persona, el peso, la talla y el gasto metabólico diario. También hay que considerar el aporte energético y el plan de entrenamiento. El centro de medicina deportiva de Assistència Sanitària, por ejemplo, cuenta con un equipo de nutricionistas deportivos expertos en la materia.
Conocer los signos de alerta y prestarles atención
10 of 10
El mayor signo de alerta es no encontrarse bien realizando una actividad física. En ese caso es necesario evaluar qué lo causa, si se trata de una molestia muscular u ósea o, por el contrario, si se experimenta una fatiga desproporcionada y una mala recuperación.